
El armario para guardar la ropa es uno de los muebles básicos del dormitorio. Sin embargo, es importante que tengas en cuenta distintos aspectos antes de elegir tu opción ideal. En este artículo compartimos una selección de ideas para acompañarte en esta búsqueda.
1. Un armario con poco fondo
Este tipo de mueble te aporta la zona de almacenaje que necesitas para organizar tus prendas, pero sin recargar los metros cuadrados disponibles en una habitación pequeña.
2. Puertas correderas
Una de las ventajas que ofrece este tipo de apertura es la siguiente: el vestidor ocupa exactamente el mismo espacio cuando está abierto o cerrado. Esta opción resulta especialmente práctica cuando el mueble está situado al lado de la cama. De este modo, este diseño no interrumpe el paso en ningún momento.
3. Sin tiradores
Esta es una de las fórmulas que puedes utilizar para potenciar la amplitud en este contexto. Este es un detalle que imprime una estética actual al mueble. Esta idea realza el minimalismo en la decoración de un lugar, que prioriza lo esencial, para crear un entorno cálido y acogedor.
4. Armarios hasta el techo
Conviene aprovechar la altura de la habitación para crear un buen fondo de armario. Esta perspectiva aporta un entorno práctico para guardar las prendas de cada temporada. El interior de este mueble posee distintas baldas. Las zonas más altas son útiles para colocar aquellas prendas que no necesitas en este momento. Por ejemplo, sitúa allí la ropa de otra temporada.
5. Armarios camuflados
Encontrarás soluciones de almacenaje que son un ejemplo de innovación. Existen modelos que, por sus características y propiedades, parecen prácticamente invisibles. Están ahí para cumplir su objetivo principal. Y, además, quedan ocultos bajo una apariencia original.
6. Armarios abiertos
Cada tipo de mueble tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Antes hemos comentado cuáles son los beneficios de las puertas correderas. Pues bien, existe otra tendencia que aporta un toque juvenil al dormitorio: un vestidor abierto es aquel en el que todos los detalles pueden percibirse fácilmente. Este ejemplo ofrece una visión general de las prendas que cuelgan de las perchas. Todo queda a la vista. Y, en consecuencia, esta es una de las razones por las que es fundamental mantener el orden en todo momento. En caso contrario, el ruido visual afecta de manera negativa a la estética del cuarto y, también, al descanso personal.
7. Acabado
Elige un diseño con poco peso visual. Un mueble en blanco realza la luminosidad en el dormitorio. Existe otra alternativa posible: un armario de madera de color claro transmite una sensación de delicadeza. Por último, las puertas con espejo añaden profundidad. Conviene no restar importancia a la decoración de esta parte del mueble. Existen diseños de puertas lisas y otras propuestas con detalles decorativos.
8. Armarios esquineros
Uno de los errores habituales en la distribución de un dormitorio pequeño es no valorar todas las posibilidades de esa estancia. Con frecuencia, las esquinas quedan desaprovechadas. Y, sin embargo, existen diseños que se adaptan a este tipo de posición: los armarios rinconeros.
9. Un armario grande
Es importante no recargar un dormitorio pequeño. Pero eso no quiere decir que debas enunciar a tener un armario grande. En ese caso, elige un mueble de estas características y eleva el nivel de protagonismo de esta pieza. Algunos dormitorios también cuentan con una zona de estudio o de trabajo. ¿No quieres situar un escritorio en este cuarto? En tal circunstancia, realza la presencia de este elemento básico.
10. Medidas del mueble
Para finalizar, este es uno de los datos principales para realizar con acierto esta compra.
Este decálogo contiene una enumeración de ideas prácticas para elegir este artículo.