
Las texturas son esenciales en la decoración de una casa, visten el espacio con distintas sensaciones. En este artículo compartimos un decálogo con recursos básicos.
1. Alfombras
Este complemento cubre el suelo del salón, el dormitorio o el pasillo. Esta textura protege el parquet y añade calidez durante el invierno. Esta tendencia de decoración atemporal te permite enmarcar un rincón de una habitación. Por ejemplo, la zona de estar situada junto a la chimenea.
2. Lana
El salón se transforma con la llegada del frío y da la bienvenida a tejidos que suman calidez. Es habitual colocar una manta de lana cerca del sofá. Este producto también renueva la estética del dormitorio.
3. Madera
Los muebles no solo tienen unas medidas o un color, sino que poseen una textura. Este material es frecuente en las casas. La madera envejecida marca tendencia. De hecho, mezclar mobiliario nuevo con algún producto antiguo es una de las fórmulas utilizadas en decoración. La belleza de un mueble con años de historia es visible en una pieza heredada.
Existen técnicas concretas para recrear este look. Y este efecto desgastado se percibe a nivel visual en el acabado de un armario que transmite esta misma información a través del tacto.
4. Molduras decorativas
Los recursos enumerados dan forma a un entorno lleno de matices. ¿Quieres crear un espacio elegante? Los detalles en relieve aportan volumen. Este tipo de propuesta posee un gran poder ornamental. Las molduras son habituales en una vivienda que tiene un estilo barroco. Este concepto tan versátil también añade ritmo a un espacio moderno.
¿Qué otras texturas aportan personalidad a las paredes? Por ejemplo, el papel pintado, el ladrillo visto o la piedra.
5. Flores
La observación de los colores de las flores potencia la conexión con la naturaleza. Encontrarás un amplio universo floral con distintas tonalidades y aromas. La esencia de una rosa o un tulipán se percibe en su textura. Decora tu salón durante el invierno con la eterna delicadeza de la flor de algodón.
6. Terciopelo
Tu hogar te transmite distintas sensaciones que forman parte de los momentos que componen la rutina en casa. Un sofá de terciopelo es elegante y clásico. Y, además, simboliza el bienestar que produce el descanso de un momento de relax en la zona de estar. ¿Quieres elegir una butaca para tu rincón de lectura? En ese caso, puedes encontrar asientos tapizados con este tejido.
7. Porcelana
La mesa se viste de una forma diferente en celebraciones familiares. Como sabes, la presentación de las recetas es importante. Una vajilla de porcelana aporta una nueva textura a la decoración de la casa. La estética de los platos, los vasos y todas las piezas luce de forma especial en una vitrina.
8. Mármol
Este material es sinónimo de elegancia permanente. El mármol será uno de los protagonistas en la composición del salón si eliges una mesa de centro de este tipo. ¿Cómo trasladar esta textura a la cocina? Una encimera de mármol consigue este objetivo.
9. Mimbre
El mimbre es otro de los materiales que está muy presente en las casas. Las cestas pequeñas, utilizadas con un fin práctico, mejoran la organización. Este puede ser el medio elegido para guardar la manta del sofá.
10. Cortinas
No es imprescindible poner cortinas en las ventanas. De hecho, retirar este complemento es un acierto que permite dar más luz a una estancia cuando no tiene un edificio cerca. En cualquier caso, el tejido de la tela viste el salón y los dormitorios con su elegante caída.
Este decálogo de texturas para decorar el hogar puede ampliarse con otras propuestas como el cristal, el hierro y el metal.
A mí me encanta incluir las alfombras y el terciopelo en la decoración de mi casa! Me resultan muy acogedores. saludos