
El estilo de decoración nórdico sigue pisando fuerte. Hay quienes creían que iba a ser flor de un día, pero lo cierto es que llegó para quedarse por mucho tiempo.
No es difícil encontrar miles de fotografías de este estilo en las redes sociales. Muchas deco influencers lo han abrazado y no lo van a soltar hasta que no vean un estilo mejor. Si quieres saber qué es lo que no suele faltar en sus casas, te recomiendo que no te pierdas nada de lo que vas a ver a continuación.
El color blanco como protagonista
No un color que más se identifique con el estilo de decoración scandi. El blanco se ha ganado todos los piropos del mundo por la luminosidad que es capaz de aportar y por el simple hecho de combinar con cualquier otro color con una facilidad pasmosa. Es un básico de los que nunca fallan, y lo mejor de todo es que en el mercado no hay un solo tono de blanco, sino que hay un amplio abanico de posibilidades que hacen que esté prohibido hablar de aburrimiento.
Madera por todas partes
Si el blanco es el color protagonista, la madera es el material que tiene todas las de ganar a la hora de plantearse la decoración de una habitación de estilo nórdico. Nunca pasa de moda y tiene mucha facilidad para mezclarse con colores neutros. Además, transmite una dosis de calidez que todos queremos para nuestro hogar, así que es perfecta para cualquier época del año.

Luz natural antes que artificial
Por el mismo motivo que he comentado que el blanco se ha ganado la fama de los amantes del estilo nórdico, para logar luminosidad no hay nada como abrir bien las cortinas y subir las persianas para que entre luz natural desde el exterior. Con ella puedes iluminar cualquier rincón de la mejor forma posible, sin tener que recurrir a las lámparas durante buena parte del día.
Naturaleza viva
La naturaleza puede expresarse de muchas formas. Incluso en la gran ciudad, a cientos de kilómetros del campo, uno puede crear su pequeño rincón natural apostando por plantas y flores que llenan de vida una casa, pero también a través de los materiales empleados para decorar. Los textiles naturales, como el algodón, el lino o la lana, son de los más extendidos en el abc de los interioristas que apuestan por el estilo nórdico.
Formas sencillas
El estilo nórdico no entiende de florituras. Está pensando para quienes disfrutan con el orden y con la sencillez. Es por ello que los muebles de este estilo tienden a lucir formas muy limpias, sin complicaciones. Además, es habitual que esas piezas de mobiliario tengan esquinas redondeadas en vez de cuadradas, aunque esto no es algo tan característico. Lo que está claro es que no hay que sobrecargar los espacios, motivo por el cual siempre se ha dicho y se seguirá diciendo que el estilo de decoración nórdico es un estilo muy cercano al minimalista, que como bien sabes destaca por cumplir a rajatabla con el lema de «menos es más» que tango le gusta a la japonesa Marie Kondo.

Reciclaje
Aunque no lo creas, otro de los distintivos del estilo nórdico tiene que ver con el reciclaje, con la capacidad de dar una segunda vida a productos que parecía que ya no iban a tener un uso. Puedes crear muebles a partir de palés, manualidades de todo tipo para decorar cualquier rincón, una maleta de viaje a modo de mesita de noche… Los límites los pone tu creatividad y tu imaginación. Eso y las ganas que tengas de crear con tus propias manos.