6 errores habituales en la decoración de la mesa de centro del salón

Este mueble adquiere un gran protagonismo en la zona de estar del salón. No solo posee una función práctica, sino que embellece este ambiente. Al redecorar esta estancia de tu casa, puedes poner el foco en este punto en concreto para crear una composición atractiva. Y estos son algunos de los errores frecuentes que conviene evitar al respecto.

1. Recargar esta superficie con muchas cosas

Esta mesa suele tener un tamaño pequeño, por ello, la suma de elementos rompe con la proporción de un conjunto en el que es necesario identificar aquello que sobra. La falta de equilibrio es uno de los fallos que condiciona la calidad de una imagen final en la que destaca, precisamente, la cantidad de matices. Es posible caer en esta trampa, incluso, con la decoración floral si el ramo destaca por ser excesivamente grande en este contexto.

2. Ausencia total de decoración

La mesa de centro no logra brillar desde el enfoque ya descrito en el párrafo anterior, pero tampoco alcanza su máximo potencial con el plano opuesto. La consecuencia de este punto de vista es la falta de algún acento especial que personalice la estética de esta pieza que posee una gran visibilidad en el entorno. Ten en cuenta que, alrededor de ella, se sitúan los sofás. Y, cuando los miembros de la familia se encuentran en este lugar, observan esta perspectiva.

3. Falta de planificación

Aunque ante la primera impresión de una mesa de centro que luce una decoración perfecta, pueda parecer que es fácil lograr este objetivo, conviene no perder de vista la planificación que existe en este proceso. Incluso cuando existen dosis de improvisación que propician la experimentación y el aprendizaje, la propuesta final no es fruto del azar.

Sin embargo, es posible caer en este error al no dedicar más tiempo a esta cuestión. Aunque este ejercicio no sea el más relevante en el salón, sí posee un significado. Consigue elevar el estilo y la decoración de todo aquello que se encuentra en este ambiente.

4. Caos y desorden

A veces, la ubicación de la mesa, junto con el grupo de elementos utilizados en la composición decorativa, genera un desorden habitual. Mientras que el orden crea una belleza inmediata a partir de esta expresión de equilibrio, este ingrediente transmite un mensaje opuesto. Y este dato, a su vez, afecta al estado de las cosas que allí se encuentran y llegan a estropearse cuando no están perfectamente cuidadas.

5. Interrumpir la conversación de quienes están sentados alrededor

La estética de un elemento demasiado alto rompe con la practicidad del entorno cuando, quienes están sentados en la zona de estar, tienen dificultades para buscar el contacto visual durante la conversación. Aquel detalle que alcanza una gran altura se convierte en un obstáculo muy incómodo para ambos.

6. Cuidar la combinación de colores, pero descuidar otros ingredientes

Además de los tonos utilizados en esta composición, existen otras propiedades que influyen en el nivel de acierto de una iniciativa. El material en el que está elaborado un producto, o la forma que posee, son otros factores que conviene considerar. Una mesa de centro que tiene forma de círculo, dará la bienvenida a piezas que repiten este formato. Busca esta misma armonía si es cuadrada y prioriza aquellos adornos que tienen esta base. Eso no implica que solo deba seguirse una misma forma geométrica, pero sí conviene mantener un hilo conductor principal.

La mesa de centro del salón merece un gran protagonismo en este corazón del hogar. Este mueble es una pieza indispensable en esta habitación. Disfruta de la función práctica que esta pieza auxiliar aporta a este entorno en la rutina cotidiana. Y realza su estética con un estilo propio.

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