
Este es uno de los aspectos que conviene concretar en la reforma de esta estancia de la vivienda. Cada cocina alcanza su máxima perfección, a nivel estético y funcional, a partir de aquella distribución que crea un entorno diáfano y acogedor. Aquí tienes siete ejemplos que pueden inspirarte.
1. Distribución en paralelo
El mobiliario que sigue este esquema se sitúa a ambos lados. ¿En qué circunstancia conviene priorizar esta opción? Por ejemplo, en una cocina alargada que, además, dispone de la anchura necesaria para situar ambas líneas en paralelo. Tienes la posibilidad de añadir muebles altos para adquirir más espacio de almacenaje o, por el contrario, prescindir de esta idea para restar peso visual en esta parte.
2. Cocina con isla
Es la distribución ideal para quienes sueñan con disfrutar de un lugar especialmente cómodo para preparar nuevas recetas. Esta tendencia, sin embargo, no se adapta a las medidas de cualquier escenario. ¿Por qué motivo? Es importante no entorpecer el paso alrededor de este centro en torno al que giran todos los demás elementos.
3. Cocina con península
En ocasiones, como hemos comentado, es imposible trasladar la idea anterior al plano de un inmueble. En ese caso, existe la posibilidad de buscar otras alternativas como la que mencionamos en este punto. Una cocina con península, aunque diferente, mantiene aspectos en común con el diseño de una estancia con isla. Esta idea permite ganar esta zona de almacenaje y de trabajo.
4. Cocina abierta
Este lugar de la casa no solo es relevante porque añade valor al inmueble, sino que es el reflejo de los instantes vividos en el hogar. Una cocina abierta, por ejemplo, da la bienvenida a momentos familiares durante el fin de semana. Este tipo de diseño integra esta zona con el salón, creando una continuidad. Una conexión que da lugar a un entorno renovado y totalmente unificado.
5. Cocina en línea
Tanto los armarios como los electrodomésticos que completan el equipamiento de la cocina se sitúan a un mismo lado. Cuando no es posible colocar los muebles en paralelo, ante la falta de anchura, esta elección ofrece una solución práctica.
6. Cocina en L
La viabilidad de algunas de las formas de distribución que hemos enumerado hasta el momento está condicionada, entre otras cuestiones, por los metros cuadrados. Sin embargo, existen fórmulas que potencian la amplitud en cocinas grandes y pequeñas. Este es el caso de aquel esquema que tiene forma de L. Además, es posible combinar esta idea, con la integración de una isla central. De este modo, el espacio ofrece los beneficios de ambas tendencias en un mismo lugar. Este ejemplo también es utilizado para aprovechar el espacio en una cocina abierta.
7. Cocinas en forma de U
Mientras que la distribución en L emplea dos de las paredes del lugar, esta idea amplía el número a tres. Una de las ventajas de una estancia que muestra esta imagen es que, al igual que sucede en un lugar con isla, es posible que varias personas compartan tiempo de forma cómoda sin que se interrumpan en la realización de sus respectivas tareas. La cocina cuenta con zonas diferenciadas.
Estas son, en definitiva, algunas de las maneras de distribuir el mobiliario. No existe una forma perfecta que sea la ideal en todos los casos, sino que la elección final dependerá de las características de la superficie a amueblar. Y, también, de la expectativa de aquel que sueña con disfrutar de ese lugar según su estilo de vida. Gracias a la suma de las distintas decisiones concretadas en la reforma, tendrás el espacio que visualizaste antes de empezar este proyecto.