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8 ideas para dar color a un dormitorio decorado en blanco

El blanco es un ingrediente muy luminoso que crea una atmósfera agradable en el dormitorio. Sin embargo, también puede parecer un tanto frío cuando carece de otros matices. En otros casos, el dueño de un inmueble quiere añadir algunas notas de color en este contexto para romper con la rutina de esta imagen habitual. ¿Y cómo crear un ambiente más acogedor con una composición de estas características? Te damos algunas referencias para integrar otros bonitos contrastes sobre este fondo.

1. Un plaid de cama

Esta pieza está de moda en la actualidad porque ofrece múltiples posibilidades decorativas. Esta manta puede colocarse de maneras diferentes sobre este mueble. Aquí tienes una idea muy sencilla que, por otra parte, resulta muy llamativa. Este tejido actualiza la estética de la cama sin llevar a cabo una renovación más completa.

2. Cortinas

Selecciona una tela que tenga un estampado original o colores vivos. Las cortinas que cubren las ventanas poseen una función decorativa. Este complemento imprescindible es muy práctico en el día a día. El gris es un tono que se integra perfectamente en un interior en blanco. Una composición habitual en el diseño nórdico. Los textiles tienen tal relevancia en la decoración actual que, incluso, es habitual combinar dos tipos de cortinas para dar con la clave de un resultado más novedoso.

3. Un cabecero con encanto

Esta pieza tiene una gran presencia en el dormitorio, por estar directamente vinculada con el mueble principal: la cama. De este modo, esta estructura enmarca esta zona de descanso y diferencia una pared del cuarto. Elige un cabecero en un acabado llamativo para lograr el objetivo analizado en este texto. Si lo prefieres, selecciona un diseño en negro para embellecer este paisaje con este contraste final.

4. Cojines

Quizá quieras realzar el uso de este accesorio en la ornamentación de la habitación. Este básico se convierte en un imprescindible para quien desea utilizar una composición formada por un abundante número de cojines. Pero también es posible añadir color a esta estancia desde un enfoque más minimalista y discreto. Una de las ventajas de un dormitorio blanco es que esta base es versátil para evolucionar con solo algunos detalles.

5. Cuadros

Una pared blanca cede el protagonismo a la expresividad de aquellas obras de arte que añaden ritmo a esta superficie. En ese caso, busca la mejor perspectiva para posicionar un lienzo o una fotografía. Elige una representación inspirada en un paisaje natural para sumar el verde, el azul o los tonos tierra.

6. Flores artificiales

¿Tienes una cómoda en tu habitación? Entonces, elige un ramo especial para que luzca su belleza sobre este mueble auxiliar. Así como poner espejos o cuadros directamente apoyados sobre el suelo es tendencia en los hogares, esta inspiración muestra un ejemplo de cómo reinventar la decoración floral. Sitúa un jarrón vistoso de este modo.

7. Una butaca

Este asiento crea un rincón único dentro del cuarto. El diseño seleccionado para amueblar el dormitorio aporta el máximo confort. Esta es una pieza que ocupa poco espacio. Compra un modelo que esté elaborado en un tono que te encante. Y completa la estética de esta estancia siguiendo el criterio de tu gusto personal. Si buscas una alternativa a esta idea, añade un pie de cama.

8. Alfombra

Una de las ventajas de un dormitorio blanco es que multiplica la luz. Y una alfombra en un color claro consigue este mismo efecto de manera inmediata.

Un dormitorio de este tipo es bonito y atemporal. Todavía puede ser más acogedor con algunas notas de otras tonalidades. En este artículo, hemos compartido distintos ejemplos con referencias para dar forma a este objetivo.

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