La decoración de estilo nórdico llegó a nuestras vidas para quedarse, y vaya que si se ha quedado. Es sin duda alguna uno de los estilos decorativos más seguidos en todo el mundo y no parece que esa tendencia vaya a cambiar de la noche a la mañana. Más bien todo lo contrario, puesto que están surgiendo estilos decorativos que son extensiones del nórdico.
1- Es un estilo muy limpio
Limpio y ordenado. Así podríamos definir el estilo nórdico, ya que es lo que nos transmite cada vez que lo vemos en fotografías. ¿O acaso no os ha pasado eso cuando habéis echado un vistazo a lo que publican en sus cuentas las principales influencers de decoración? Su éxito no solo radica en su belleza, sino en la practicidad y en el hecho de que es de los que más nos ayudan a mantener cada cosa en su sitio. Por ello está en millones de casas de todo el mundo y no creo que vaya a dejar de ser una de las mejores opciones así como así.
2- El blanco y la madera enamoran a cualquiera
Rima, es verdad, y eso que no era mi intención. Lo que casa, y mucho, es la combinación que llevan a cabo el blanco y la madera, un color y un material que no pueden llevarse mejor. Además, no solo visten comedores y salones, sino que también podemos ver lo bien que combinan en otras estancias como la cocina o el baño, donde tendemos a creer que las posibilidades son mínimas y todo está limitadísimo.
3- Las plantas son bienvenidas
Puestos a valorar, debemos valorar y mucho el hecho de que en el estilo nórdico las plantas tengan cabida. De hecho, pueden llegar a convertirse en las grandes protagonistas aportando ese toque de frescura y naturalidad que siempre se agradece. Además, no hay que olvidar que las plantas no solo nos alegran la vista, sino que también tienen la virtud de transformar el dióxido de carbono en oxígeno, motivo por el cual es recomendable tenerlas distribuidas por toda la casa, siendo el dormitorio uno de los lugares más recomendables. Eso sí, asegúrate de tener especies de plantas que puedas mantener, ya que de lo contrario se te morirán y acabarás sin ganas de tener plantas en casa.
4- Admite pinceladas de color
A diferencia de lo que sucede con otros estilos decorativos, con el nórdico no hay problemas a la hora de añadir colores. Eso sí, hay que hacerlo en pequeñas pinceladas y siempre con prudencia, comprobando que no se altera el resultado visual general de las estancias. Además, hay que tener claro que el blanco debe ser el tono protagonista en todo momento, por lo que no debes perder la cabeza a la hora de dar protagonismo a otros colores.
5- Es bastante atemporal
Cuando un estilo decorativo se pone de moda tenemos miedo de que al cabo de unos años deje de ser tendencia y desaparezca por completo. Por suerte, los amantes del estilo nórdico no tenemos miedo a que eso suceda, ya que lleva muchos años en la cresta de la ola y no parece que eso vaya a cambiar de la noche a la mañana. Todo lo contrario. Van surgiendo nuevos estilos decorativos a partir del nórdico, así que en todo caso evolucionará, pero no desaparecerá.