Es mucha la gente que piensa que el estilo barroco está ya anticuado y desfasado, que ha quedado relegado para decorar exclusivamente palacetes y casas señoriales. Pero nada más alejado de la realidad. Este es un estilo elegante que, en los últimos tiempos, ha resurgido con fuerza ya que, manteniendo sus raíces clásicas, ha introducido elementos más modernos que lo han actualizado con el fin de poderse integrar mejor en las casas de hoy en día, y el resultado, hemos de decirlo, es muy atractivo.
A lo largo de los años, una de las claves de identidad de este estilo han sido los materiales que solía utilizar. Hoy en día siguen intactos aunque suavizados en gran manera. El terciopelo, la seda o la madera natural no pueden faltar en la decoración de tu casa si quieres seguir esta tendencia, pero claro aplicados en pequeñas dosis, sobre todos los dos primeros, para no recrear ambientes excesivamente ampulosos.
El color
Se trata de uno de los elementos que más lo caracterizan. Las paredes suelen lucir tonalidades neutras como blancos o beiges que sirven de base para luego una decoración más profusa en muebles y complementos. También es muy característico empapelarlas; los motivos florales o geométricos resultan de lo más acertados.
En los complementos y muebles, el dorado es el protagonista indiscutible con el plateado pisándole los talones. En su más pura esencia, el barroco los combina con otros detalles en tonalidades oscuras o neutras como beiges y grises para resaltarlos. Ahora bien, si lo que quieres es actualizarlos, entonces combínalos con tonos vivos como naranjas o fucsias.
En cuanto a los textiles, decántate negros, marrones, tostados… Ah, y las cortinas ponlas largas, muy largas, casi arrastren por el suelo.
Los muebles
Las formas redondeadas caracterizan los muebles del más puro estilo barroco, pero en su versión más moderna lucen líneas rectas, mucho más minimalistas que sirven para rebajar su peso visual.
Ya hemos mencionado arriba que los acabados dorados y plateados son muy al gusto de este estilo, también los de madera natural o acabados oscuros. Si además llevan detalles de hierro o metalizados (como las patas u otros elementos) cumplirán todo los requisitos.
Las sillas y sillones deben tener respaldos amplios y, tal y como ya hemos comentado, formas redondeadas. Pero si no encuentras sillas o sillones con estas características, o tu bolsillo no te permite en estos momentos ese desembolso, tienes otra alternativa que consiste en tapizar los que ya tienes con telas en color vino o beige, y luego, complementarlos con cojines decorados con detalles dorados o plateados.
Y como complementos decorativos…
Los tapices y cuadros antiguos, te serán de gran ayuda para lograr dar forma a este estilo en tu casa. Puedes ponerlos en la sala, el dormitorio o el recibidor. Si desgraciadamente están fuera de tu alcance, no te inquietes, puedes acudir a lienzos y reproducciones; los que lucen motivos geométricos como el que puedes ver en la imagen son una alternativa perfecta.
Las lámparas con lágrimas de cristal también son otro de los complementos perfectos; los fabricantes la ofrecen ahora coloreadas, en rojo, negro, auténticas maravillas que se convierten por si solas en las protagonistas únicas de la decoración. Por supuesto, también son muy recurrentes los candelabros de forja, las alfombras con motivos geométricos y los detalles de porcelana blanca. Prueba a decorar la mesa de centro con un florero de este material o distribuye algún jarrón en alguna balda o estantería. Ni siquiera necesitas tener flores, con el detalle del elemento serás más que suficiente.