Dependiendo de la edad del niño, el dormitorio infantil debe configurarse de una u otra forma. Durante sus primeros meses de vida el bebé duerme muchas horas y para conseguirlo necesita un ambiente relajado y acogedor. Con el paso del tiempo sus ciclos de sueño se regulan pero sigue necesitando de un entorno donde haya calma y se sienta relajado. Si miramos más allá, más tarde necesitará también una zona de juegos, una de estudio… Veamos como debemos decorar su cuarto para ir dando respuesta a todas estas necesidades y sin tener que acometer grandes cambios.
La decoración del entorno
Como imaginarás, los colores utilizados deben ser sosegados y tranquilos. Los reyes indiscutibles son el azul para lo niños y el rosa para las niñas en sus tonalidades pastel. Pero también se pueden utilizar otros suaves como verdes, violetas… En varias ocasiones ya te hemos dado las claves del uso del color en este blog.
Si quieres dejar la habitación preparada para el futuro, puedes diferenciar varias zonas. En la zona donde vayas a ubicar la cama utiliza estas tonalidades suaves que te comentamos para favorecer el relax. Y donde vayas a crear la zona de juegos y/o estudio otras que inviten más al desarrollo intelectual como naranjas, amarillos…
Para darle un aspecto más infantil, puedes ayudarte con vinilos de personajes de cuento o televisión, princesas, muñecos… Como son removibles, cuando crezcan puedes retirarlos y sustituirlos, si quieres, con otros más acordes a su edad.
La elección de los muebles
Empezaremos por la cuna, indispensable ¿verdad?. Como es de imaginar debe proporcionar al bebé un confort suficiente para que el niño descanse cómodamente. Al principio las tipo moisés resultan muy adecuadas, pero en poco tiempo que quedan pequeñas, ¡los niños crecen rápidamente!. Nosotros te recomendamos la elección de una cuna amplia en la que el niño se pueda mover con soltura.
Tienes modelos que se adaptan al crecimiento y también convertibles en cama. Sin duda una buena alternativa si lo que quieres es hacer el desembolso económico sólo de una vez.
Necesitarás también un cambiador donde vestir al niño. Los tienes con cajones, súper prácticos porque de mayores los pueden utilizar como cómoda con sólo despejar la encimera. No te olvides de incluir un armario amplio. Son muchas las cosas que necesitan los bebés (ropa, pañales…); pero es que con el tiempo cada vez son más y más voluminosas.
Para sus juguetes, que los tendrá y muchos, puedes utilizar contenedores y cajas, aunque también te resultarán de gran ayuda pufs con el interior hueco. Además de para guardar puedes utilizarlos como descalzadora, o asientos. Pon varios junto a una mesita baja y tendrán una graciosa zona de juegos.
En cuanto al resto de los elementos, para lo primeros meses piensa en tí y añade también una butaca. Te resultará más cómodo dormir o dar de comer al bebé, y pasar alguna que otra noche velando su sueño cuando esté malito. Y en los años venideros a tu hijo le servirá para leer sus cuentos, libros…
Si aún te queda espacio y quieres preparar el futuro más lejano, reserva un rincón para crear una zona de estudio. De momento vístela con los elementos fundamentales, una mesa, una silla y una estantería, el tiempo dirá que más necesita.
Textiles e iluminación
Para las cortinas del cuarto de bebé, apuesta siempre a tejidos que no sean demasiado pesados y que dejen pasar luz filtrándola un poco; la luz natural es fundamental para el buen desarrollo de tu hijo. Sobre todo durante sus primeros meses que es cuando más duerme, no es mala idea que coloques estores o visillos para el día y añadas unas doble cortina para oscurecer bien el cuarto.
En cuanto a la iluminación, con un punto de luz cenital y otro de luz indirecta es suficiente. Sobre todo evita que incidan directamente sobre la cama/cuna para que no le deslumbre y moleste.