Decorar una casa para una pareja joven tiene el problema de que no siempre los dos tienen los mismos gustos. Es muy posible que donde a uno le apetece decorar con muebles rústicos, el otro los prefiera más modernos, y conseguir que se aproximen posturas no suele ser precisamente fácil.
Pero las dificultades no quedan ahí; normalmente se les une también la falta de experiencia en decoración y, en muchas ocasiones, las disponibilidad de un presupuesto demasiado ajustado. Si quieres saber cómo actuar, sigue leyendo.
Lo primero es ponerse de acuerdo.
Es fundamental. Cuando se va a una tienda en busca de muebles hay que tener las cosas claras; los desacuerdos y las discusiones deben haberse mantenido antes en casa. De lo contrario saldréis de la tienda con las manos vacías y aún más enfadados o con una compra de la que realmente no estáis seguros.
Reservad un día para planificar y charlar sobre lo que necesitáis cada uno y cómo lo queréis: qué muebles os resultan imprescindibles a cada uno, qué estilo os gusta… Apuntadlo todo, discutid hasta llegar a un acuerdo y una vez tomada la decisión, consultad tiendas o, si no disponéis de mucho tiempo, páginas web con tienda online para poder ver si lo que queréis se ajusta a vuestro presupuesto.
Si hay aspectos en los que no llegáis a entenderos, una buena opción puede ser que cada uno cree un espacio propio y personal dentro de la casa que pueda decorar a su gusto: una zona de trabajo, uno de los baños, si es que tenéis la suerte de contar con varios…
Empezad por lo básico.
Dejad la mente quieta y centraos en lo realmente imprescindible, más adelante podéis dedicaros a completar la decoración, e id analizando habitación por habitación.
En el dormitorio la cama es imprescindible; pensando en un futuro os recomendamos que tenga cajones o un somier con arcón, ¡ no os imagináis la cantidad de cosas que hay que guardar!
Y por supuesto, también un armario donde podáis guardar la ropa de vestir. El resto de piezas podéis ir adquiriéndolas más adelante cuando, después de un tiempo viviendo en la casa, descubráis vuestras verdaderas necesidades.
En el salón los muebles básicos son un sofá cómodo, una mesa de centro y una mesa y unas silla de comedor. Quizá aquí podáis combinar los gustos de uno y otro y elegir del estilo que le guste a uno los muebles de la zona de estar y el comedor de acuerdo a las preferencias del otro. Ambos quedaréis contentos, daréis personalidad a la estancia y además, conseguiréis independizar visualmente los ambientes.
Dos consejos muy prácticos.
Lo normal es que con el tiempo queráis hacer modificaciones porque no siempre se acierta a la primera y además, las necesidades del día a días os obligarán a cambiar ciertas cosas.
Para tener que hacer los mínimos gastos, evita los muebles pesados, delicados o que necesiten un mantenimiento laborioso, más pronto que tarde os cansaréis de ellos. Optad por piezas sencillas y en acabados fáciles de limpiar; lo agradeceréis.
Y elegidlos en colores neutros, así podréis “reciclarlos” fácilmente. Por ejemplo, utilizando una mesita auxiliar del salón como mesilla en el dormitorio o trasladando una estantería del comedor a la zona de trabajo.