Seguramente lo habrás escuchado más de una vez. A la gente lo que más le cuesta es elegir las lámparas de su casa, más incluso que los muebles, que sin duda alguna son los grandes protagonistas de cualquier hogar.
Con el artículo de hoy pretendemos echarte una mano. ¿Cómo? Ayudándote a elegir la lámpara del salón, que muchas veces es la que más dolores de cabeza nos da. Ya verás como teniéndolo todo más claro es más fácil tomar una decisión de compra acertada.
Tipo de iluminación
Lo primero que hay que tener claro es el tipo de iluminación que se busca, algo que tiene mucho que ver con las características de la bombilla. Lo ideal es que sea de tipo LED, mientras que la temperatura de la misma determinará si la luz que emite es más cálida o más fría. Nosotros siempre recomendamos una temperatura neutra, pero eso es algo que va a gustos.
¿Una lámpara o más de una?
Otro tema muy importante es el de saber si solo habrá una lámpara protagonista o si habrá varias lámparas que se repartirán el protagonismo. Es bastante habitual colocar una lámpara de techo y una lámpara de pie. La de techo es la que reparte más luz y la que llega a todos los rincones del salón, mientras que la de pie es una lámpara destinada a iluminar el sofá y la mesa del salón, así que va muy bien encenderla cuando se va a leer, a ver la televisión, etc.
Proporcionalidad
También hay que considerar el tamaño del salón. Si es de grandes dimensiones no tendremos demasiados problemas para elegir la lámpara que prefiramos, pero si es de pequeñas dimensiones tendremos que ir con más cuidado. En este último caso, además de no poder comprar una lámpara que sea enorme porque restará todavía más espacio visual, hay que apostar por las que tienen una forma redonda, ya que reparten el haz de luz de forma más directa, por lo que no tendrás que apoyarte en otra lámpara que seguramente no podrás ni colocar.
Sobre el tamaño de la lámpara y sus proporciones, hay que decir que hay una fórmula matemática bastante extendida que nos ayuda a tomar una decisión al respecto. Sabrás qué diámetro es el que le conviene a la lámpara de tu salón sumando el largo y el ancho del mismo multiplicado por tres. El resultado también hay que multiplicarlo, pero en este caso por 2,5.
Por poner un ejemplo, un salón que mide 5 metros de ancho por 4 de largo necesitaría una lámpara con un diámetro de 75 centímetros siguiendo esta fórmula. Muchos interioristas la toman como referencia y la verdad es que nunca falla. Permite crear las proporciones perfectas.
Preguntas
Por último, recordar una serie de preguntas que son fundamentales para dar con la lámpara de salón perfecta: ¿Qué necesito? ¿Qué estilo decorativo tiene el salón? ¿Hay rincones en los que la luz llega con dificultad? ¿Hacia qué dirección debería apuntar la luz? ¿Quiero que la lámpara sea protagonista o prefiero que pase desapercibida? ¿Busco una lámpara de diseño o me conformo con algo económico? Cuando hayas respondido a todas esas cuestiones estarás mucho más cerca de dar con la lámpara perfecta.
La luz natural siempre tiene preferencia
Recuerda que la iluminación artificial está muy bien, pero la que todo el mundo debería priorizar no es precisamente esa, sino la luz natural. Para ello es muy recomendable despejar las ventanas del salón al máximo y apostar por cortinas lo más vaporosas posible. No pongas en peligro tu intimidad, porque es lo más importante, pero deja que los rayos del sol penetren libremente y con facilidad para llenar de alegría y luminosidad tu salón. Lo agradecerás mucho.