Aunque a veces no nos lo parezca, en casa tenemos mucho que hacer, mucho que mejorar. La decoración es un mundo que nos ofrece todo tipo de posibilidades y eso hay que aprovecharlo para optimizar los espacios de nuestro hogar, para lo que te recomendamos fijarte en la distribución.
En este artículo te vamos a dar algunas de las claves que todo buen decorador pone en práctica cuando le asignan un proyecto de interiorismo. Verás que son más sencillas de lo que parecen y que con ellas logras resultados espectaculares.
¿Vale la pena tener muchas puertas?
Las puertas nos permiten pasar de una habitación a otra. Pensamos que son indispensables, pero en realidad no es así. En ocasiones nos hacen un flaco favor al restar el espacio necesario para abrirlas y cerrarlas, al tiempo que impiden que la luz natural fluya libremente a menos que sean completamente transparentes.
En ese sentido os recomendamos ceñiros a las puertas que sean imprescindibles y que eliminéis el resto, o que en todo caso coloquéis una puerta corredera que permita crear espacios más diáfanos sin que la puerta ocupe espacio a la vista. Se esconden entre las paredes y se solucionan dos problemas de una tacada.
Interiores tipo loft
Por lo que acabo de comentar anteriormente, si queremos un espacio lo más diáfano posible tenemos que decantarnos por soluciones parecidas a las que reinan en un loft. Hay que derribar paredes si es posible para dar paso a un hogar en el que se impone la luminosidad, la amplitud y el confort.
Para ello también hay que pensar en la decoración, que no debería ser recargada para no echar por tierra lo que acabo de comentar. Es por ello que los estilos minimalista o nórdico son perfectos para mejorar la distribución.
Los pasillos no sirven de mucho
En las casas antiguas abundan. Los pasillos, con el paso de los años, han ido perdiendo protagonismo, aunque todavía podemos verlos en los pisos de nueva construcción. Si te vas a comprar una vivienda y quieres aprovechar al máximo los metros cuadrados disponibles, piensa que una distribución repleta de pasillos no te ayudará en absoluto. Además, son pasillos a los que normalmente no accede la luz natural, lo que implica encender luces constantemente, con todo lo que eso supone a nivel económico en la factura de la electricidad.
Hay que reinventarse
¿Con esto qué queremos decir? Queremos decir que en toda casa hay alguna habitación que da la sensación de que no tiene una función asignada. Es el típico cuarto en el que a veces cometemos el pecado de ir acumulando objetos a modo de trastero.
Eso hay que solucionarlo cuanto antes dándole una nueva vida, pensando en qué objetivos funcionales y decorativos podemos asignar a esos metros cuadrados que están desaprovechados. Si tienes una casa pequeña y te sientes identificado con lo que acabamos de comentar, deberías tomar cartas en el asunto.
Piensa en las necesidades del día a día, sobre todo en las que no tienes bien cubiertas. Asegúrate de que cuentas con el espacio de almacenamiento posible y ordena esa habitación olvidada para verlo todo despejado, desde otra perspectiva. Solo así podrás imaginar sin dificultad todos aquellos cambios que puedes llevar a cabo para que parezca otra, para que se integre con el resto de estancias de tu hogar. ¿Un buen ejemplo? El de la típica terraza que está desaprovechada, que solo se utiliza para guardar objetos pesados y tender la ropa. ¿Por qué no convertirla en una extensión de la cocina o en un rincón ideal para encontrar el relax en los meses más cálidos del año?