Cómo conseguir un dormitorio relajante

La gran mayoría llevamos un estresante ritmo de vida (los niños, el trabajo, el gimnasio, el curso de inglés…) y, cuando llega el final del día, ni siquiera somos capaces de mantenernos en pie. Así, tras una ducha revitalizante y un ratito viendo la televisión en el salón, lo que más nos apetece es tumbarnos en la cama hasta la mañana siguiente. Sin embargo, para recobrar la energía necesaria para hacer frente a una nueva jornada, el dormitorio debe estar decorado de manera que incite al descanso.

Dormir en una estancia cómoda y relajante ayuda enormemente a conseguir ese sueño reparador que tan importante es para el cuerpo y el organismo. Para lograr que el dormitorio resulte más confortable deberás tener en cuenta cuestiones como la entrada de luz, la distribución de los muebles y los colores. Te damos todas las claves para que logres un dormitorio relajante a continuación.

Deshacerse de todo lo estresante

El primer paso para lograr un dormitorio que invite al descanso es deshacerse de todo lo que no sea relajante. Así, lo ideal es que la habitación no realice otras funciones como la de oficina, cuarto de juegos o de ejercicio. En realidad, lo más adecuado sería que todos los muebles que hubiera en la estancia fueran para descansar: la cama, un sofá, una butaca para leer… Este sillón giratorio y reclinable, con estructura de madera contrachapada en haya de primera calidad y con lona trasera en color negro con el reposapiés a juego, es un elemento perfecto para el dormitorio.

Una ambiente a tu gusto

Otra de las claves para conseguir un dormitorio relajante es que el ambiente que te rodee esté a tu gusto, por lo que en la medida de lo posible (tendrás que tener muchos otros factores en cuenta), escoge tus colores favoritos para las paredes y accesorios, coloca algún cuadro o poster de tu agrado y añade todo lo que sea de tu gusto. Eso sí, procura mantener las decoraciones simples, con pocos accesorios y asegurándote que tienes la habitación ordenada.

Colores

Como sabes, los colores son una parte fundamental en el mundo del diseño y la decoración. Y es que dependiendo de las tonalidades que elijas, influirán de una u otra manera en tu estado de ánimo. En estancias como el dormitorio lo mejor es conseguir un espacio armónico que invite al relax y al descanso. Lo principal es que, como te hemos comentado anteriormente, atiendas a tus gustos personales y a los de tu pareja, si duermes acompañado. Una vez tengas esto claro, lo ideal es que escojas tonos neutros, como los crema y los tierra, especialmente el marrón, ya que ayuda a eliminar el cansancio, ya sea físico o emocional.

Los colores pasteles también son recomendables para conciliar el sueño. Por otro lado, los azules y los verdes también son bastante apropiados, aunque según algunas filosofías que utilizan el color como terapia (como la cromoterapia), estos colores no son recomendables para las personas que tienden a la depresión. El azul marino crea una atmósfera de relax y tranquilidad, sobre todo si se combina con el blanco.

Muebles, accesorios e iluminación

Así, es preferible optar por muebles en tonos claros y, sobre todo, de líneas sencillas para no recargar el espacio, como este dormitorio compuesto por cabecero y 2 mesitas y, de manera opcional, una cómoda, espejo y bancada.
Lo más recomendable es colocar la cama en perpendicular a la entrada de luz para que la estancia esté iluminada sin que te deslumbre. Las alfombras también ayudan a ganar confort y a hacer las habitaciones más acogedoras.

En cuanto a la elección de la luz artificial, lo mejor es poner apliques dirigidos hacia el techo, y añadir lámparas a las mesillas, de este modo obtendrás una luz tenue, con efecto rebote. Por supuesto, es importantísimo contar con un colchón de buena calidad, sabanas cómodas y suaves, y una colcha que tenga un buen diseño y una buena tela.