Si eres padre, y si no seguro que te lo imaginas, ya sabrás que los niños no tiene siempre las mismas necesidades. Según van creciendo éstas van cambiando y es necesarios realizarlos cambios necesarios para amoldarse a ellas. Su habitación no es una excepción. Con el paso de los años cambian sus gustos y lo que necesitan de ella. Si al principio su universo era una cuna, ya más mayores requerirán una zona de juegos y más tarde una de estudio. Por eso es fundamental conocer las claves sobre cómo decorar una habitación para ellos.
Acometer estos cambios no tiene porque resultar suponer para los padres un desembolso excesivo. Si desde el principio decoramos su dormitorio juvenil con cabeza, podremos evitarnos más de un disgusto. Veamos a continuación cómo decorar el cuarto de un niño. ¡No te pierdas los consejos del blog de decoración de Muebles BOOM!
Claves básicas
Lo primero es elegir los colores utilizados. Desde hace décadas los reyes indiscutibles son el azul para los niños y el rosa para las niñas. Pero cada vez afloran con más fuerza otras tonalidades como verdes, violetas… Sea cual sea el color elegido, nosotros te aconsejamos que optes por sus tonalidades más claras o pastel, producen mayor sosiego y tranquilidad que las ácidas y vibrantes, y en los niños, éste es un punto clave. En otro de nuestros post, normas básicas para utilizar el color, ya te hemos contado cómo el color influye en nuestro estado de ánimo y cómo nos puede ayudar a sentirnos mejor. Sólo dos apuntes básicos: los colores azules y verdes favorecen el relax, mientras los amarillos y naranjas invitan al desarrollo intelectual.
Una vez elegido el color , toca el momento de diseñar la distribución. Te aconsejamos que lo hagas pensando, no solo en el presente, sino también en el futuro. Para ello piensa en dividir la habitación al menos en 3 zonas diferenciadas: una de descanso, una de juegos y una de estudio.
Al elegir los muebles…
Céntrate primero en la zona de descanso, es primordial. Por supuesto no te puede faltar una cama. Si el niño es aún muy pequeño, te recomendamos que optes por un modelo convertible, de cuna a cama; se trata de una solución que en el futuro te ahorrará un buen dinero. Si por el contrario el niño ya no es un bebé, los canapés abatibles son una excelente alternativa para ganar espacio de almacenamiento.
Según la edad del niño, necesitará también una zona de juegos o una de estudio. Las posibilidades para organizarlas son muchas. Para la de juegos tienes mesitas y sillas bajas, contenedores, baúles, armarios y otros muchos elementos para guardar sus juguetes. En el caso de la zona de estudio amuéblala con lo imprescindible: una mesa de estudio, una silla cómoda regulable en altura para que le sirva durante añós y, de momento, una estantería para los libros, cuadernos…
Y no te preocupes si la habitación no es excesivamente grande. Afortunadamente los fabricantes de muebles cada vez son más conscientes de este problema y nos ofrecen multitud de soluciones como la de la imagen que nos ayudan a rentabilizar el espacio al máximo con camas-nido, literas, camas abatibles, modulares que aprovechan las esquinas…
Textiles e iluminación
En todas las habitaciones de la casa la luz resulta imprescindible, aún más en un cuarto infantil porque de bebés los niños necesitan de ella para un correcto desarrollo y de mayores también para estudiar, leer, jugar… Por eso, nuestro consejo es que vistas las ventanas con tejidos livianos que tamicen pero no impidan su entrada.
Pero como a ciertas horas la luz desaparece, necesitarán la ayuda de la luz artificial. Coloca un punto en el centro de la habitación que la ilumine por completo. Luego, coloca puntos independientes en cada una de las zonas que hayas creado de forma que puedan jugar con ellas según utilicen un lugar u otro.