Inevitablemente, llega un momento en que los bebés dejan de ser esas pequeñas criaturas que dependen totalmente de sus padres para convertirse en niños que se valen por sí mismos, aunque, lógicamente, seguirán dependiendo de sus progenitores en muchos aspectos. Lo primero que hay que tener en cuenta cuando nos planteamos cómo decorar una habitación de nuestros hijos es que tenemos que mirar no sólo en el presente, si no en el futuro y conseguir un mobiliario que se adapte a su crecimiento.
Es a partir de los 3 o 4 años, momento en el que se produce esta transformación de la que estamos hablando, cuando los niños comenzarán a necesitar un espacio propio en el que crecer y desarrollarse. La habitación juvenil o infantil, es una estancia en la que los más pequeños de la casa dormirán, jugarán y, a medida que vayan cumpliendo años, harán deberes y estudiarán. ¡Sigue estos consejos sobre cómo decorar habitaciones infantiles y ten todo preparado para cuando tu hijo crezca!
Del gusto del pequeño
El dormitorio tiene que ser un espacio donde el pequeño de la casa se sienta a gusto. Por tanto, a la hora de decorar esta estancia deberán tenerse muy en cuenta las opiniones de los niños. Por supuesto, no deberás ceder en todas sus exigencias, pero sí tenerlas en consideración para lograr un punto intermedio. Obviamente, tú tienes más experiencia y sabes qué cosas pueden favorecerle o perjudicarle en su desarrollo.
La cama
La pieza más importante de cualquier dormitorio es la cama, aunque aún tiene más relevancia en las habitaciones infantiles, ya que es esencial que el pequeño de la casa duerma de manera adecuada. En este sentido, lo principal es escoger un colchón que permita un descanso saludable. En cuanto a la estructura de la cama, dependerá en gran parte del espacio disponible en la habitación y de si se trata de un dormitorio compartido. Así, para habitaciones pequeñas son muy recomendables las camas con cajones en la zona inferior, que permiten almacenar un montón de cosas. Otra buena opción es la de optar por las camas abatibles, que cuando están cerradas dejan el espacio libre para que los niños puedan jugar. Puedes ver un ejemplo de cama abatible infantil en la imagen que te mostramos a continuación. Eso sí, si tienes espacio de sobras también podrás optar por una cama individual normal y corriente
En el caso de que se trate de una habitación compartida, podrás optar por las literas o por las camas tipo tren, que son las que más suelen gustar a los más pequeños de la casa. Independientemente de la cama que escojas, lo mejor es que vaya pegada a la pared para que los niños tengan más sitio para jugar.
Una zona de estudio
La habitación infantil deberá contar indispensablemente con una zona de estudio donde el pequeño haga los deberes. Ésta constará de un escritorio que disponga del suficiente espacio para que el niño pueda estudiar a gusto y de una silla ergonómica que no dañe su espalda. También es muy útil que la mesa de estudio disponga de cajones para poder tenerlo todo en orden. Además, es muy importante la iluminación de este espacio para no dañar la vista del pequeño.
Espacio de almacenaje
Este tipo de estancias también deben disponer del suficiente espacio para almacenar todas las pertenencias del pequeño: ropa, juguetes, libros, artículos escolares… Por tanto, es necesario que la habitación cuente con un amplio armario. Y si ves que te falta espacio, no dudes en colocar una cama con cajones como las que te comentábamos antes, donde podrás guardar muchas más cosas. Por ejemplo, es buena idea que el pequeño coloque aquí sus juguetes, ya que podrá sacarlos y guardarlos sin necesitar tu ayuda. Puedes ver un ejemplo de lo que te estamos contando en la habitación infantil que te mostramos a continuación.
Un espacio personalizado
Por supuesto, es importante que no te olvides de añadir elementos decorativos en la habitación para personalizar el espacio y que el pequeño lo sienta como suyo. En este sentido, es buena idea decorar las paredes con sus colores favoritos o fotomurales. También puedes añadir vinilos en paredes y muebles, colocar sus juguetes por las estanterías, poner un póster de alguno de sus personajes favoritos… Lo mejor, eso sí, es que pidas su opinión.