El estrés del día a día hace que cada vez sean más las personas que buscan un refugio de paz, un lugar en el que sentirse cómodos después de una larga jornada laboral. Como normalmente todos volvemos a casa justo después de trabajar, lo más lógico es que la acondicionemos para sentirnos lo más relajados posible.
En ese sentido queremos darte algunos consejos que consideramos que son imprescindibles para lograr dicho objetivo. Una casa en la que desconectar está a nuestro alcance siempre y cuando pongamos de nuestra parte.
El orden es fundamental
Antes de pensar en la decoración de tu casa, lo primero que deberías hacer es poner orden. Si las habitaciones son un caos y todo está por en medio es imposible que te concentres y que puedas poner la mente en blanco. Esto es así porque generará una sensación de agobio de la que no te librarás fácilmente a menos que decidas acabar con ello. Deshazte de las cosas que no necesitas y piensa que mantener las estancias limpias es otro de los propósitos que no puede fallar.
Apuesta por elementos redondeados
Puede parecer una tontería, pero lo cierto es que los muebles y los complementos redondeados generan felicidad y relajación. No lo digo yo, lo dice un estudio que llevó a cabo Sibel Seda Dazkir, doctora en Diseño y Entorno Humano de la Universidad Estatal de Oregón, en Estados Unidos. No todo tiene que ser con forma curva, pero hay que hacer todo lo posible para que sea la forma predominante. Las formas cuadradas o rectangulares generan frialdad, motivo por el cual tenemos que evitarlas siempre que sea posible.
Que no falten flores y plantas
Debes pensar que somos muy pesados con las flores y las plantas. Las recomendamos en muchas ocasiones, y en este caso tampoco podían quedarse al margen. En ambos casos hay que hablar de efectos positivos sobre la felicidad y el estado de ánimo, y nuevamente podría sostener esta afirmación hablando de algún estudio. No hay que olvidar que las flores no solo nos alegran la vista y se convierten en un elemento decorativo más, sino que también son capaces de mejorar nuestra calidad de vida reduciendo los niveles de estrés e incrementando nuestra capacidad de concentración.
Relájate poniendo a prueba tu olfato
La relajación no es solo cosa de ver, sino también de oler. Rodéate de aromas que estimulen el hemisferio derecho del cerebro para tener buenas vibraciones. Utiliza velas, inciensos y ambientadores para que tu casa huela bien y te sientas a gusto.
Los colores también juegan un papel fundamental
Como podrás imaginar, la colorterapia también entra en juego cuando se trata de alcanzar un estado de relajación óptimo. Dicen que los colores influyen sobre los sentimientos y la razón, así que hay que tomárselo muy en serio. Si quieres relajarte olvídate de los colores intensos como el rojo, el amarillo o el naranja. Decántate por tonos neutros como el blanco o el gris y piensa en los tonos pastel, que transmiten una dulzura que ayuda a desconectar y a pensar en cosas positivas. Además, debes saber que recurrir al azul ayuda a reducir la tensión arterial para entrar en un estado de calma y tranquilidad.
Luz natural
Para no alterar tu reloj biológico, deja que la luz natural fluya sin obstáculos. Coloca cortinas que no impidan su penetración y piensa en las puertas correderas de cristal como una opción muy válida para que llegue a todas las estancias del hogar por alejadas que estén de una ventana. En un espacio diáfano notarás que tu estado de ánimo no es el mismo, ya que las cosas se ven de otro color.