¿Cómo es la mejor almohada para dormir?


Descansar es muy importante. Hay que dormir entre 7 y 8 horas al día, y como no puede ser de otra forma hay que hacerlo en buenas condiciones, levantándose como nuevo. Hacerlo con dolor de espalda o de cervicales es señal inequívoca de que el colchón o la almohada no están cumpliendo con su función.

Para que eso no te pase nunca, hoy vamos a contarte cómo es la almohada perfecta para dormir, la que hará que tus sueños sean placenteros desde el primer minuto hasta el último. ¿Nos acompañas?

Una almohada para cada persona

Ya publicamos un artículo con consejos para elegir la almohada, así que hoy vamos a completarlo con otras pautas que deberías seguir a la hora de comprar la tuya. Para empezar, debes asegurarte de que la cabeza, el cuello y la columna vertebral mantienen una alineación que contribuye a que los músculos se relajen. Es la única forma de garantizar un buen descanso.

Tal y como sucede con el colchón, se podría decir que la almohada perfecta no existe. Cada persona tiene sus necesidades en función de sus hábitos de sueño. Además, la altura y el peso también determinan la composición de la almohada, así que hay que analizarlo todo con detenimiento antes de tomar una decisión de compra acertada.

Tamaño

En lo que a tamaño se refiere, podemos empezar hablando de la anchura. Lo más recomendable es que supere la anchura de tus hombros colocado boca arriba. Eso sí, la altura y el grosor pueden variar dependiendo de los gustos y las características de cada persona.

Se considera que es una almohada baja la que tiene un grosor de 10 centímetros. Es la que suelen recomendar para los niños pequeños, y también para los durmientes que están acostumbrados a conciliar el sueño bocabajo.

La almohada mediana, por su parte, es la que tiene un grosor de entre 12 y 13 centímetros. Es la que los especialistas recomiendan a aquellas personas que suelen dormir bocarriba. La dureza debe se mediana y la altura nunca puede superar la de los hombros.

El tercer tipo de almohada por su tamaño es la medio-alta, cuyo grosor ronda los 15 centímetros. Es la que más adeptos tiene entre los que duermen de lado, y hay que decir que va muy bien para mantener la alineación del cuello y la cabeza con la columna vertebral.

Relleno

En lo que a rellenos se refiere, encontramos varios productos como por ejemplo el látex, que puede ser sintético, natural o una mezcla de ambos. Sujeta muy bien la cabeza, así que es una buena opción para quienes duermen de lado o son corpulentos.


La pluma y el plumón son recomendables para quienes duermen bocabajo. Eso sí, no es apto para niños pequeños ni para personas que se mueven mucho, como tampoco lo es para quienes sufren alergias.

La espuma es otra opción. Normalmente es de poliuretano y con efecto memoria (memory foam). Eso significa que son capaces de mantener la forma durante unos segundos a pesar de que muevas el cuello o la cabeza para cambiar de postura. Son las que mejor se adaptan a quienes duermen de lado.

Por último, el sintético es una opción que también hay que considerar. Suele ser un relleno de fibra de poliéster transpirable. Es una almohada blanda que les va muy bien a los niños y a las personas delgadas. Son baratas y los alérgicos no tienen nada que temer.

Para terminar, no hay que olvidar lo importante que es un buen mantenimiento de la almohada para alargar su vida útil al máximo. Darle la vuelta a menudo, lavarla o airearla con cierta periodicidad son buenas prácticas que hacen que una almohada pueda aguantar 5 años en buen estado.

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