La falta de espacio es una de las señas de identidad de las casas de nuestros días. Los pisos no se caracterizan por contar con demasiados metros, pero es que además, se suele dar prioridad a las zonas comunes de la casa, en especial el salón, otorgándoles más metros en detrimento de los dormitorios donde, al menos en teoría, pasamos menos horas y sólo los utilizamos para dormir. La conclusión es que como los dormitorios, por lo general, son pequeños, decorarlos no resulta fácil, máxime si se trata de uno compartido.
Veamos que tipo de muebles son los más adecuados para espacios pequeños y, no solo porque aprovechen el espacio, sino porque no lo hagan visualmente más pequeño ni tampoco resulten un «estorbo».
Los mejores muebles para un dormitorio de matrimonio.
Sin duda son los que rentabilizan el espacio al máximo y resultan ligeros visualmente. Se imponen por “goleada” los de doble uso y de madera en acabados claros o lacados en blanco.
En cuanto a su ubicación, lo más recomendable es adosar el cabecero a una de las paredes, bien centrado, y situar otros elementos a su alrededor, también adosados al resto de las paredes para dejar espacios de paso cómodos por los que podamos movernos. Un armario resulta imprescindible. Tampoco bien mal contar con una cómoda con amplios cajones; aunque podemos evitarla y dar más amplitud a la habitación si en su lugar ponemos un canapé abatible.
Ojo también con elegir los muebles con líneas decorativas demasiado ornamentales, saturan el espacio. Los de líneas rectas y sencillas resultan mucho menos pesados visualmente y por tanto abruman menos.
Y para uno juvenil o infantil…
En este caso la apuesta más segura es optar por dormitorios juveniles compactos que incluyen cama (una o varias), cajones, armarios e incluso una mesa de estudio extraíble. Te ofrecen todo lo que los más pequeños pueden necesitar en el mínimo espacio posible. En casos extremos, las camas abatibles, ¡ las hay incluso en litera! son la alternativa más práctica porque durante el día liberan la habitación dejando el espacio completamente despejado.
Y el resto de los elementos
Para decorar las paredes, no coloques demasiados elementos decorativos ni tampoco muy grandes. Por ejemplo, los cuadros de gran tamaño achican visualmente haciendo que se vean muy llenas. En su lugar coloca mejor espejos, ayudan a multiplicar la sensación de amplitud.
La luz es también muy importante; así que mientras menos elementos la bloqueen mejor; opta por muebles bajos que dejen que se prolongue por todo el espacio y evita los grandes cortinajes en las ventanas y las telas de trama tupida.
Y en cuanto a los colores, recuerda que si pintas las paredes con tonalidades oscuras se «comerán» el espacio, justo lo contrario que los colores claros.
Y una última cosa: aunque no lo creas el desorden, además de sensación de suciedad, hace más pequeños los espacios. Así que procura mantener recogida la habitación, lo agradecerás doblemente. Si necesitas de muebles para hacerlo, hazte con piezas poco voluminosas como pufs con tapa, estanterías ligeras, baldas…