La decoración de estilo rústico nunca desaparecerá. Por mucho que surjan nuevos estilos decorativos que adquieren mucho protagonismo con el paso de los años, es evidente que es todo un clásico que siempre gana adeptos por sus características.
Si quieres que tu hogar sea de estilo rústico, te recomendamos echar un vistazo a los consejos que compartimos con vosotros en este artículo. Como verás, es muy fácil ponerlos en práctica, así que no tendrás excusa para iniciar un cambio en la decoración de tu casa.
Madera
No hay un elemento más auténtico y protagonista que la madera. El estilo rústico se nutre de ella, es su principal baza para seducir a quienes desean empaparse de calidez. De ahí que sea un estilo muy recurrido entre quienes tienen una casa en la montaña.
La madera no solo se deja ver en los muebles, sino que también puede aparecer en el suelo en forma de parquet. De hecho, hasta puedes optar por bonitos revestimientos de paredes y techo, o bien decantarte por complementos como por ejemplo un centro de mesa de madera de paulownia, que por cierto está muy de moda.
Flores
Las flores, si son silvestres, harán que la decoración de estilo rústico de tu hogar cobre vida. Hay quienes dicen que tanta madera es aburrida, pero eso es porque no se han animado a decorar con flores repletas de personalidad. El color se expandirá por cualquier estancia y no podrás decir que el resultado es soso.
Luz natural
El hecho de ser rústico implica buscar la naturalidad, y para ello no hay nada como recurrir a la luz natural, que es la que todos deseamos potenciar en nuestro hogar sea cual sea el estilo decorativo elegido. Despeja bien las ventanas y haz todo lo posible para que entre sin restricciones. Además, considera la posibilidad de colocar espejos para multiplicar esa luz que entra desde el exterior. Es un truco que funciona a las mil maravillas.
Piezas artesanales
Otro sello característico de este estilo de decoración tiene que ver con la artesanía. En la antigüedad, cuando el estilo rústico estaba más extendido porque era uno de los pocos que existían, el hecho de combinar piezas artesanales con elementos naturales era todo un acierto. Ahora, muchos años después, puedes hacer lo mismo sin ningún tipo de problema.
Colores
Los tonos tierra son los que mejor se llevan con el estilo rústico, algo que no es de extrañar teniendo en cuenta que el material estrella es la madera. También puedes apostar por tonalidades beige y nunca debes olvidarte del blanco, todo un clásico que combina muy bien con la madera y te ayuda a ampliar espacios visualmente.
Suelos
Procura que los suelos sean de calidad. No apuestes por imitaciones o por materiales brillantes porque te arrepentirás. La tarima maciza sobre rastreles y el parquet son las mejores opciones sin ninguna duda.
Chimenea
Es otro clásico del estilo rústico, un elemento muy destacado que es capaz de presidir un salón por su presencia. Y no solo eso, sino que más allá de lo decorativo constituye una fuente de calor a la que todos quieren arrimarse cuando el frío aprieta en los meses de otoño e invierno. Se puede construir con ladrillo, chapa de acero o piedra, pero también puedes decantarte por una estufa de combustión cerrada, una alternativa menos auténtica que da resultados.
Buhardilla
Tener una buhardilla es sinónimo de estilo rústico sin que tengas que hacer nada más. Eso sí, por desgracia no podrás tenerla como por arte de magia, ya que se trata de un elemento estructural ubicado en lo más alto de aquellas casas que pueden permitirse el lujo de tenerla.