Estamos en pleno otoño y a nadie se le olvida que el invierno está a la vuelta de la esquina. De hecho, el frío empieza a hacer acto de presencia y hasta pensamos en la Navidad, una época del año que gusta a muchísima gente y que es propicia para renovar la decoración de casa.
Si lo que quieres es tener tu salón de punto en once para cuando llegue la Navidad, te recomiendo prestar atención a todo lo que te contamos en este artículo, ya que compartimos una serie de consejos que harán que se convierta en el lugar más acogedor del mundo, en el lugar que te permite decir «hogar dulce hogar» sin miedo a equivocarte. ¿Empezamos?
Rodéate de textiles
Sí, cuando el frío aprieta lo que hay que hacer es rodearse de textiles. Hay que encender la calefacción y acercar las estufas, aunque no hay nada como recurrir a las mantas o a los plaids para taparse. Eso y los cojines, que según cómo también cumplen con su función de calentar mientras disfrutar de uno de esos planes de «peli y manta» que tanto se repiten en noviembre, diciembre, enero y febrero.
Que no te falte una alfombra
En todo salón no puede faltar una alfombra cuando llega el frío. Una alfombra de las mullidas, de las que te permiten ir descalzo sin miedo a pillar uno de esos resfriados que te dejan un par de días en cama. Verás que en el mercado existen muchos modelos de tamaños de todo tipo, así que no tendrás problemas para encontrar una que te guste o una que pegue con el resto de la decoración.
Fibras vegetales al poder
Están muy de moda y la verdad es que no me extraña en absoluto, ya que las fibras vegetales son preciosas y son ideales para una época del año como el invierno. El ratán, el cáñamo o el esparto pueden adueñarse de muebles de todo tipo, y de hecho hasta pueden dar forma a cestas, bandejas y otros elementos decorativos que conviven en el salón. Los tonos neutros nunca fallan.
Look alpino
Sí, ya sé que muy pocos tienen el privilegio de vivir en una casa situada a pocos metros de una montaña nevada en Suiza. Eso para la foto queda muy bien, pero el mundo real es distinto y no nos impide aspirar a un look alpino estemos donde estemos. Lo más importante es crear un ambiente acogedor que haga sentirnos cómodos, para lo que puedes valerte de una chimenea (si la tienes) o de una estufa metálica. Eso sí, para esto último no te la juegues y contrata a un instalador que pueda hacer la faena como es debido. Además, debes contar con salida de humos.
Muebles ergonómicos
El salón, sobre todo en invierno, pide muebles ergonómicos. Es la época del año en la que más horas pasamos en el sofá, así que hay que hacer una buena inversión para estar cómodos. El terciopelo es un material que vuelve a estar de moda y que nos ofrece una serie de beneficios que son indudables, como por ejemplo su irresistible textura o el glamour que destila.
Las paredes también abrigan
Sí, parece que no pueda ser, pero lo cierto es que las paredes también tienen mucho que decir a la hora de protegernos del frío. Es por ello que debemos apostar por colores cálidos como los tonos tierra, y hasta se recomienda elegir un papel pintado con personalidad para vestir estancias sin esa sensación de frío que despierta que algo sea totalmente liso.