Aunque cada vez somos más los que tenemos que conformarnos con vivir en pequeñas viviendas, todavía quedan algunos afortunados que no tienen que darle mil vueltas a la cabeza para encontrar soluciones para la falta de espacio. Sin embargo, decorar espacios grandes no es tan sencillo como parece, ya que una decoración inadecuada puede dar como resultado un ambiente frío, impersonal y muy poco acogedor.
Diferenciar espacios en una estancia
En las estancias más grandes se pueden diferenciar varios espacios y cubrir así diferentes necesidades. Así, es buena idea separar el salón en dos partes (una como zona de comedor y otra como salita para descansar, con sofás, televisión, pufs…) o el dormitorio de los niños en tres espacios diferenciados: zona de descanso, dona de juegos y zona de estudio.
Para lograr esta separación de ambientes necesitarás divisores visuales, como biombos, plantas de gran tamaño o estanterías y otros muebles que limiten la vista hacia el sector contiguo. Una estantería sin fondo como la que puedes ver en la fotografía es ideal para lograr esta división.
Colores
De la misma manera que en las estancias pequeñas se recomiendan colores claros para dar mayor sensación de luminosidad y potenciar el espacio, los colores oscuros en la decoración pueden ayudarte a crear espacios más cerrados e íntimos, ya que absorben la luz y hacen que las habitaciones parezcan más pequeñas. El granate, el gris o el marrón son tonalidades recomendables para este tipo de espacio. Y si lo que quieres es reducir la altura de la estancia, puedes pintar el techo de un color más opaco en lugar del tradicional blanco o beige.
También es buena idea usar diseños llamativos de gran escala. Los estampados grandes y de colores vivos son ideales para ambientes de grandes dimensiones.
Muebles
En cuanto al mobiliario, lo primero que debes tener en cuenta es que los muebles demasiado pequeños se podrían ver ridículos en habitaciones grandes, por lo que es mejor que te decantes por muebles robustos y grandes. Eso sí, no todas las piezas deberán ser de grandes dimensiones. Además, debes tener cuidado de que no sean tan grandes para no caber por la puerta. Una buena idea es colocar los muebles algo separados de las paredes para que estos se coman parte del espacio libre.
En el dormitorio
El hecho de que una habitación sea espaciosa no significa que se tenga que sobrecargar con muchos elementos. En un dormitorio, por ejemplo, lo más importante es la cama, así que cuanto más grande, mejor. Además, no hay necesidad de apoyarla en la pared, pudiendo estar en medio de la habitación.
La ventaja de contar con mucho espacio es que no hay problema para dividir la habitación en las zonas recomendables: la parte para dormir, la parte para cambiarse de ropa y la parte para descansar, donde pueden colocarse sillones o pufs. Por ejemplo, puedes incluir en la decoración de tu dormitorio un sillón reclinable como éste, con estructura de madera contrachapada en chapa de haya de primera calidad y con asiento y respaldo reforzados por muelles tipo zig-zag.
Elementos decorativos e iluminación
En las viviendas que cuentan con muchos metros cuadrados es más sencillo introducir elementos decorativos como cuadros y enormes espejos en las paredes. Es buena idea colocar varias plantas para dar calidez y buenas vibraciones al ambiente. Las alfombras también son muy recomendables para dar calidez al ambiente.
Por último, debes saber que el uso de lámparas, bombillas y diferentes focos de luz pueden transformar la habitación de tal forma que sea vea cálida y acogedora. Lo mejor es combinar la luz natural con la artificial y la directa con la indirecta. Eso sí, recuerda que iluminar en exceso una estancia reducirá el encanto de los rincones, mobiliario y elementos decorativos.