¿Estás esperando la llegada de un bebé? Pues antes de que llegue al mundo es importante que lo tengas todo a punto para que, tras el parto, lo único que tengas que hacer sea dedicarte al pequeño. Y es que ya sabes que los recién nacidos requieren de muchísimos cuidados. Así, más allá de comprar ropita, pañales, la silla para el coche y el carrito, deberás preparar la habitación infantil, en la que no debería faltar un cambiador, espacio de almacenaje y, por supuesto, la cuna. Eso sí, si tienes espacio de sobra en la estancia, también puedes introducir otras piezas de mobiliario, como una hamaca o un sillón para poder mecer al bebé. Por supuesto, también tendrás que prestarle especial atención a la iluminación.
Lo más importante a la hora de decorar la habitación del bebé es escoger la cuna. Y es que hay que tener en cuenta que los bebés duermen entre 15 y 20 horas diarias. Por eso, hoy queremos darte algunos prácticos consejos para elegir una cuna. ¿Te gustaría acompañarnos?
Cuna con barrotes
Como bien sabes, hay cunas para todos los gustos y para todos los bolsillos. Eso sí, debes tener en cuenta que las que más éxito tienen son las de barrotes, que pueden estar presentes en uno o dos lados. Este tipo de cunas tienen algunas ventajas, como que permiten la aireación y la vigilancia del pequeño. Además, lo normal es que las cunas con barrotes se puedan regular a diferentes alturas. Por ejemplo, la cuna que te mostramos en la siguiente imagen puede regularse a tres alturas. Por otra parte, queremos comentarte que las cunas que incluyen cambiador resultan muy prácticas, ya que cumplen dos funciones en una. Además, suelen incluir espacio de almacenamiento.
Seguridad
A la hora de escoger la cuna para la habitación del bebé hay que asegurarse de que la pieza en cuestión está homologada. Para ello, la cuna deberá estar fabricada con materiales no tóxicos. Además, es importante que sus bordes sean redondeados para evitar que el pequeño se haga daño. Por supuesto, la separación entre los barrotes deberá ser la suficientemente estrecha para que la cabeza del bebé no quepa entre ellos.
El estilo de la cuna
Por supuesto, a la hora de escoger una cuna también deberás tener en cuenta aspectos estéticas. En este sentido, tienes varias opciones. Lo más cómodo es comprar una composición en la que estén incluidas las piezas de mobiliario imprescindibles. De esta manera, todas ellas combinarán entre sí. Eso sí, también puedes comprar una cuna que contraste con el resto de la decoración. Por otra parte, queremos comentar que una opción segura es escoger una cuna en tonos neutros. Eso sí, como la cuna es un mueble que solo se utiliza unos cuantos meses, tampoco es mala idea escogerla en un color llamativo. Por ejemplo, puedes decantarte por una cuna azul como la que puedes ver en la siguiente imagen. En tan poco tiempo, será complicado que te canses o te aburras de ella. Además, siempre es buena idea escoger un modelo que incluya algún detalle infantil, como la que te hemos mostrado antes.
Cunas convertibles
Por último, queremos hablarte de unas cunas que están teniendo mucho éxito en los últimos tiempos. Nos estamos refiriendo a las cunas convertibles. Se trata de piezas de mobiliario que durante los primeros meses de vida del pequeño hacen la función de cuna, pero que se adaptan a su crecimiento. En el mercado las puedes encontrar convertibles en cama e, incluso, en escritorio. Aunque estas cunas son más caras, a la larga salen más baratas, ya que no tendrás que renovar los muebles de la habitación infantil cuando el niño deje de ser un bebé.