Aprender a integrar espacios en fundamental y sobre todo si vivimos en un lofts, debido a su tamaño y disposición. Los lofts son una de las viviendas que más éxito está teniendo y su origen se remonta a los años 50 en Nueva York, donde en muchos barrios estudiantes y artistas buscaban espacios económicos para vivir y trabajar. Más de medio siglo después, este estilo se ha convertido en un auténtico símbolo de la vida moderna. Y es que, al tratarse de viviendas multifuncionales, pueden adaptarse a la nueva estrategia de aprovechamiento de espacio, demostrando que el tamaño no tiene porque ser un problema, sino un simple reto.
Hoy en día no podemos hablar de lofts como tales, al menos en la mayoría de viviendas que se presentan como tal, pero sí que es cierto que en muchas pisos se ha optado por seguir sus características principales: integración de los espacios, potenciamiento de la luz natural, altillos para dormir o trabajar, espacios diáfanos… En definitiva, espacios adaptados para cada uno. Eso sí, una de las claves para poder conseguir este tipo de vivienda en tu piso es saber cómo integrar los espacios. Hoy vamos a darte algunos consejos para que lo consigas. ¿Estás listo?
1. El salón y la cocina.
Si tu vivienda cuenta con una estructura normal, con paredes y puertas, lo normal es que tengas que realizar alguna obra, aunque podrás conservar la esencia. En general, las estancias que mejor se integran son los salones y las cocinas. Para lograr un buen resultado, una de las mejores soluciones es colocar los elementos habituales de la cocina en un lado y en la parte central una mesa que pueda usarse para comer. También es buena idea colocar una barra americana.
2. El dormitorio y el cuarto de baño.
Cada vez va siendo más habitual integrar el cuarto de baño en el dormitorio. Sin duda, es una opción magnífica para las viviendas con muy pocos metros cuadrados, aunque es mejor que el inodoro se encuentre situado en una estancia aparte por motivos de higiene y, por supuesto, de olores. Lo que sí que queda genial es situar la bañera dentro del dormitorio.
3. El balcón con el interior.
También puedes optar por integrar el balcón o la terraza como parte de la estancia con la que se comunica. Esta opción es perfecta para aquellas viviendas que cuentan con muy pocos metros cuadrados y necesitan urgentemente más espacio habitable.
4. Separadores de ambientes.
A la hora de integrar los espacios deberás tener criterio para evitar un caos visual y crear un espacio cómodo donde se respire bienestar. Para ello te serán claves los materiales, las formas y los colores. Además, necesitarás separadores de ambientes para dar intimidad a cada sector. Pueden servirte desde los biombos o los paneles hasta determinados muebles, como puede ser una estantería abierta como la que puedes ver en la fotografía del principio, un aparador como el de la siguiente imagen o un sofá situado estratégicamente.
5. Unificar ambientes.
Si quieres crear una unidad visual en todo el entorno, lo mejor es que te decantes por materiales similares o de texturas parecidas. Por supuesto, utilizar los mismos colores también puede ayudarte mucho. Además, es importante que el espacio siga siendo totalmente funcional y accesible, así que tendrás que lograr una buen circulación valiéndote de una buena distribución del mobiliario. Por último, queremos proponerte que utilices las alfombras para agrupar los muebles de una determinada zona.
Eso sí, antes de hacer planes, lo mejor es que hables con un profesional, ya que es posible que la idea que tengas en la cabeza no sea factible. Además, deberás hacerte con los permisos necesarios, tanto de la comunidad de vecinos como del Ayuntamiento.