El final de las vacaciones ha llegado como todos los años. Hemos tenido que volver a nuestros puestos de trabajo y nos hemos enfrentado a la depresión post vacacional que afecta a tantas personas.
Para llevarla de la mejor forma posible, una de las cosas que más nos puede ayudar es la decoración. Por increíbles que parezca, es capaz de cambiar nuestro estado de ánimo tal y como podrás comprobar si pones en práctica algunos de los consejos que compartimos a continuación, que como verás están centrados en el despacho, que es la zona destinada al trabajo de todos aquellos que pueden completar su jornada laboral sin necesidad de moverse de casa.
Verde que te quiero verde
Pocos colores transmiten tanto optimismo como el verde. Hay muchas formas de rodearse de él, pero la mejor de todas tiene que ver con comprar plantas. Ya sabes que van muy bien para purificar el aire y encima te recordarán a esos lugares que probablemente has visitado durante el verano, paraísos a los que querrás volver en próximas escapadas o en las vacaciones del año que viene.
Buenas vistas
Esto es algo que no se puede cambiar fácilmente, ya que un edificio no puede tener buenas vistas de la noche a la mañana. Sin embargo, a veces quien las tiene no es capaz de aprovecharlas, y eso es un error gravísimo. Con unas buenas vistas no solo trabajarás más feliz, sino que podrás despejarte cada vez que mires más allá de la ventana. Eso te ayudará a no perder la concentración y a estar más fresco a nivel mental, por lo que tu productividad mejorará sin que te des cuenta de ello.
¿Hacen falta puertas?
En un despacho sin puertas todo fluye con más calma. Los espacios diáfanos son fundamentales para sentirse a gusto, ya que el hecho de que un despacho esté despejado hace que trabajemos con las ideas más claras, sin el agobio de que todo está desordenado. Y en eso, aunque parezca mentira, las puertas tienen mucho que decir.
Cero distracciones
Tu productividad no podrá mejorar si tu despacho está repleto de distracciones. Con ello me refiero al teléfono móvil, por supuesto, pero también a otros objetos que tienen que ver con la decoración.
Orden y más orden
Está demostrado que se puede trabajar mucho mejor en un despacho en el que todo está en su sitio. No solo porque las cosas se encuentran mucho más rápido, sino porque uno se siente más cómodo y no tiene la sensación de que hay cosas que interfieren en su trabajo. Parece una tontería, pero de trabajar en un despacho ordenado a hacerlo en un despacho desordenado hay mucha diferencia. ¿No te lo crees? Pruébalo y nos lo cuentas.
Muebles multifuncionales
De la misma forma que no es bueno rodearse de muchos objetos para no agobiarse más de la cuenta, lo mismo se podría decir de las piezas de mobiliario, que tampoco deberían abundar de no ser estrictamente necesario. Lo ideal es recurrir a muebles capaces de cumplir con más de una función a la vez, ya que con ello tenemos la sensación de que no tenemos tantas tareas pendientes. Además, y esto también es importante, son los muebles a los que tendrás que aferrarte si tu despacho es pequeño.
Aromas
Todo cuenta a la hora de trabajar más cómodo. Una buena silla, las cosas ordenadas, plantas que aporten optimismo… Por el olfato también podemos salir ganando, así que no lo duces y coloca velas en tu despacho para sentir que estás trabajando en un lugar que huele de maravilla. Eso sí, no te pases con el olor. De hecho, en ocasiones ni siquiera es necesario encender una vela, ya que las hay que son capaces de distribuir su aroma estando apagadas.