El estrés del día a día nos empuja a cambiar. Queremos vivir más sosegados, sin tener que mirar el reloj continuamente. Sin embargo, eso es complicado cuando uno está trabajando, ya que hay que sacar toda la faena adelante y para ello hay que darse prisa.
Lo bueno es que al llegar a casa uno puede relajarse, o al menos debería ser así. Hay que disfrutar de esas horas al máximo, y para ello no hay nada como tener una decoración relajante. Si quieres tenerla en tu casa para que disminuyan los niveles de estrés, no te pierdas nada de lo que vamos a contarte a continuación, ya que compartimos una serie de consejos muy útiles en ese sentido. ¿Te apetece conocerlos? ¡Empezamos!
Rodéate de plantas
Las plantas son relajantes, muy relajantes. El hecho de estar conectado con la naturaleza nos permite respirar aire puro, algo que se agradece especialmente en la gran ciudad, donde el ruido y la contaminación son una constante. Puedes colocar plantas en cualquier habitación, y éstas pueden ser de todos los tamaños. Lo único importante es que debes asegurarte de los cuidados que requiere cada una de ellas, ya que de lo contrario durarán menos de lo que esperabas. Los ramos de flores, especialmente en primavera y en verano, también son muy recomendables porque aportan esa dosis de alegría que siempre queremos.
Espacios despejados
Imposible relajarse si en tu casa es complicado andar por culpa de todo lo que hay de por medio. Trata de mantener tu casa en orden y no la sobrecargues. Apuesta por un tipo de decoración minimalista, o en todo caso el estilo nórdico, que también tiene mucho de minimalista. Sé aplicado con el tema del orden para que las habitaciones no estén patas arriba cada dos por tres.
Colores
Está comprobado que la colorterapia existe. Los colores son capaces de influir en nuestro estado de ánimo, así que hay que aferrarse a ellos para alcanzar ese estado de relax que tanto deseamos al volver a casa después de un largo día de trabajo. El azul es uno de los colores más relajantes, pero también hay otros como el blanco, el beige o el gris. Elige el que más te guste en función de cada estancia y piensa en los metros cuadrados disponibles, ya que en función de ello podrás pintar con un color más o menos oscuro.
Rincón de lectura
La lectura es algo que relaja, ya que con ella somos capaces de abandonar nuestro mundo por unos minutos para sumergirnos en una historia completamente distinta y que nos mantiene entretenidos. Es por ello que no es mala idea crear un rincón de lectura apartado del resto de estancias en el que poder degustar una buena novela. Para tenerlo solo necesitas una buena butaca, un punto de luz para iluminar las páginas y una pequeña mesa auxiliar donde apoyar un vaso de agua y otros objetos que puedan hacerte falta. ¡Ah! Eso y un reposapiés para disfrutar del momento al máximo.
Velas aromáticas
En una decoración relajante tampoco pueden faltar las velas, que como bien sabes son un elemento decorativo fantástico por el simple hecho de encajar en cualquier espacio gracias a su reducido tamaño. Éstas, si son aromáticas, mejor que mejor, puesto que hay una serie de aromas que favorecen el relax. ¿Cuáles? La lavanda, el jazmín y la rosa, por ejemplo. También debes considerar la canela para elevar tu estado de ánimo, mientras que para dormir bien hay que volver a hablar de la lavanda y el jazmín, que no solo son olores muy agradables, sino que tienen muchos beneficios.