
Las cortinas visten con su textura y su color las ventanas de cualquier estancia. La oferta textil es variada en la actualidad. De este modo, el cliente selecciona aquel tejido que mejor combina con el estilo propio de su hogar. Los diseños más llamativos contrastan con la eterna sencillez de la tendencia que comentamos en este artículo. ¿Cuáles son las claves del éxito de las cortinas blancas? Enumeramos ocho buenas razones, a continuación.
1. Luz y amplitud
Este es un complemento que se sitúa sobre la ventana. Incluso cuando la tela cubre la superficie de los cristales, esta tonalidad realza la luminosidad en el interior. Este básico de decoración aumenta la privacidad. Además de ofrecer esta intimidad, el blanco facilita el paso de la luz natural que entra a través del ventanal. Esta es una particularidad que conviene valorar en cualquier periodo, pero todavía más durante el invierno.
2. Una elegante caída
Un producto se distingue por todas sus características. Un modelo estampado se diferencia de una cortina en este acabado. El blanco cede el protagonismo a otros aspectos de esa composición, por ejemplo, el movimiento, la ligereza y la caída de la tela.
3. Gran variedad de estilos
La cortina blanca, como puedes observar, es un clásico que nunca pasa de moda en la decoración. Eso no significa que esta propuesta resulte previsible en un lugar. Más allá del color, un diseño posee un estilo único. Y, a su vez, este complemento es tan versátil que se integra en cualquier casa. Si buscas una cortina que tenga una larga vida, esta elección es un acierto.
El blanco combina muy bien con los cambios que añades en la decoración con motivo de la llegada del otoño, el invierno, la primavera o el verano. Este escenario es dinámico y se renueva mediante la suma de otros matices. Aunque también existen piezas que permanecen. Las cortinas blancas enmarcan las ventanas de un entorno luminoso, acogedor y cálido.
4. Un diseño ideal para las casas grandes y pequeñas
Incrementar la sensación de amplitud, dentro de los límites existentes en un inmueble, es un objetivo habitual en el proyecto decorativo de una vivienda. Algunos consejos son fáciles de aplicar para que un salón parezca mayor de lo que realmente es. Las cortinas de color blanco consiguen este efecto de forma inmediata.
5. Combinan con las paredes
Este textil no solo embellece el mobiliario, al dar más visibilidad a los armarios allí situados. También mantiene una constante armonía con paredes con diversos revestimientos o de distintos colores. Por tanto, esta idea muestra un equilibrio entre el conjunto y cada detalle. Las cortinas blancas producen luz y amplitud. Además, ceden el protagonismo a otros elementos.
6. Realzar la altura
Una estancia parece más grade todavía con este complemento. Pero a esta observación de la extensión, también se suma otra percepción: la cortina marca de forma visual la altura de un lugar.
7. Una larga vida
El coste de un diseño de este tipo resulta una inversión muy rentable cuando lo pones en su contexto. Algunos estampados más vistosos pueden generar un mayor impacto en la primera impresión, y llegan a aburrir después de unos meses. Eso no ocurre con la belleza clásica de esta opción universal.
8. Máxima limpieza
Que una cortina de este tipo tenga una larga duración depende de distintos aspectos. Entre ellos, un buen cuidado. Y el blanco transmite una agradable sensación de limpieza.
Un cambio tan sencillo como este consigue transformar una estancia. Y esta idea de decoración cobra una nueva actualidad, como propuesta de inspiración, con la llegada de la próxima primavera.