Como sabes, la almohada es importantísima para dormir bien y para tener una salud física y mental excelentes. Sin embargo, son muchas las personas que no duermen bien o que no descansan lo suficiente, lo que puede provocar diferentes dolencias: dolores de cabeza, contracturas musculares, problemas dentales… Para lograr un buen descanso es importante seguir unos buenos hábitos a la hora de ir a dormir: no leer o ver la tele en la cama; desarrollar una rutinas para irse a la cama; usar la habitación solo para dormir; despertarse a la misma hora cada día; evitar o limitar las siestas; evitar el consumo de cafeína; no comer comidas abundantes o beber mucho líquido antes de irse a dormir; mantener una temperatura cómoda en el dormitorio; dormir en una estancia tranquila y oscura; hacer ejercicio de forma regular…
Por supuesto, una de las claves para lograr un descanso saludable es saber cuándo hay que sustituir los diferentes elementos que forman parte del equipo de descanso: colchones, somieres, bases, canapés abatibles, almohadas… Si ya tienes claro cuándo debes cambiar el colchón, ¿no crees que ya es hora de saber cuándo hay que sustituir la almohada?
Cuándo dejen de ser cómodas
Al igual que ocurre con los colchones, con el paso del tiempo las almohadas van perdiendo sus propiedades, llegando a ser perjudiciales para el descanso, ya que no mantienen la cabeza cómoda ni permiten descansar de forma adecuada. Por tanto, te recomendamos que sustituyas tu almohada por otra cuando notes que ésta deja de ser cómoda. Esto también nos lo indicará el relleno, que es lo que ayuda a dar forma a este elemento. Y es que con el uso es normal que pierda su forma distribuyéndose de forma irregular. Si ves que es lo que está sucediendo en tu almohada, también deberás cambiarla.
Cada dos años
Sin embargo, algunos expertos recomiendan cambiar la almohada cada dos años y no solo por el nivel de apoyo del cuello y la cabeza, sino por las posibles infestaciones por los ácaros y la suciedad. Y es que hay que tener en cuenta que los aceites del pelo y los corporales impregnan los tejidos cada noche, haciendo que la almohada pierda hasta las propiedades que aseguraban protegernos de ácaros y alergias. Por supuesto, deberás sustituir la almohada de forma inmediata si notas que te provoca alergias o irritaciones. A la hora de escoger una nueva, tendrás diferentes opciones donde elegir: almohadas de látex, almohadas de fibra, almohadas de viscoelástica como la que puedes ver en la siguiente imagen…
Trucos para saber si debes cambiar la almohada
Existen algunos trucos que te ayudarán a saber si debes cambiar la almohada. Uno de ellos consiste en doblarla por la mitad para ver si se mantiene en esta posición durante poco tiempo y vuelve a su posición normal enseguida. Si éste es el caso, deberás cambiarla cuanto antes, aunque también será señal inequívoca de que necesita una renovación el que se quede doblada durante mucho tiempo, ya que significará que se ha desgastado. Lo ideal, por tanto, es que se vaya desdoblando lentamente.
Mantenimiento de la almohada
Para alargar la vida de tu almohada te aconsejamos que sigas unas rutinas de mantenimiento y limpieza. Así, es esencial que pongas una funda a tu almohada para que no tengas que lavarlas directamente, lo que haría que el relleno se desgastara más rápidamente. Lo mejor es cambiar la funda una vez a la semana, como mínimo.