¿Os acordáis de esos cubreradiadores en casa de vuestras madres de madera chapada, el frente de rejilla y el sobre de mármol? Hace tiempo que pasaron a la historia, en los últimos años no es habitual verlos en las casas, son piezas que han quedado trasnochadas, quizá por esa imagen anticuada.
Pero lo cierto es que los cubreradidadores ahora retornan con fuerza y se convierten en un elemento más de la decoración integrándose a la perfección en cualquier ambiente. Veamos cómo son y cómo se usan.
Nuevos diseños
Los cubreradiadores ahora son piezas cuidadas al detalle elaboradas en diferentes materiales, medidas y acabados para adaptarse a cualquier ambiente por moderno que sea. Y gracias a las posibilidades de elección de medidas y acabados ya no hay que encargarlos a medida por lo que resultan mucho más baratos. Pero en este aspecto hay que tener cuidado, no todo vale. El cubreradiador debe ser al menos 5 cm de ancho, 3 cm de alto y 5 cm de fondo mayor que el radiador para que las dos piezas no se toquen, solo así puede circular el aire, fundamental para un óptimo rendimiento del radiador.
Nuevos usos
Resignarnos a utilizar el cubreradiador sólo como elemento decorativo es una opción, pero también podemos darle otras funciones, dependiendo claro está de su diseño y de dónde se encuentre. Nostros te damos algunas ideas, mira:
- Si lo tenemos en el recibidor, podemos utilizar su encimera para dejar las llaves, la correspondencia…
- En el comedor puede ser muy útil si lo usamos a modo de consola.
- En el estar para crear una composición de fotos, jarrones u otras piezas decorativas
- Cerca de la zona de lectura para crear una minibiblioteca donde tener a mano los libros. Así se ha utilizado este que puedes ver en la imagen.
Pero si no eres fan de estos muebles…
Si a pesar de todo esto eres de las que aún no te acaban de convencer estas piezas, puedes mantener ocultos los radiadores colocando delante otros muebles; eso sí, procura dejar una distancia entre ellos de al menos 5-10 cm de separación para que no se estropee la madera del mueble, pero también para que circule el aire y salga el calor. Mira nuestras propuestas.
En el recibidor, puedes poner delante del radiador un mueble sencillo como el que ves en la imagen, lo mantendrá fuera de la vista y te ofrecerá un espejo donde mirarte antes de salir y varios cajoncitos para guardar. ¡Con un poco de imaginación todo es posible.!
En el dormitorio, si el espacio te lo permite, puedes ocultar el radiador colocando delante el cabecero de la cama o una cómoda. También puedes adaptarle una mesa de estudio de modo que la encimera de la mesa quede por encima; en este caso te aconsejamos que pongas un termostato con cronómetro; no necesitarás la misma temperatura cuando te sientes a trabajar que cuando te vayas a dormir.
Esta consola convertible de la imagen es muy especial porque por su diseño puedes utilizar para cubrir el radiador pero con la posibilidad de desplegarla y convertirla en una mesa de comedor cuando la necesites. ¿No te parece original? S