Una de las cuestiones más importantes a la hora de decorar el hogar es la elección de los colores de todos los elementos que formarán parte de ella: muebles, paredes, suelos, techos, textiles… Afortunadamente, la gama cromática es muy amplia, por lo que tenemos muchos tonos entre los que elegir. Hoy, eso sí, vamos a hablarte de la decoración en uno de los colores favoritos por los occidentales. Sí, has acertado, nos estamos refiriendo al azul, que evoca al cielo y al mar y que transmite una sensación de pureza, frescura y tranquilidad. ¿Te apetece acompañarnos?
El azul
Como te acabamos de comentar, el azul es uno de los colores que más gusta en Occidente. ¡Y eso que se trata del color más frío de la paleta cromática! Y es que también es armónico, relajante y fresco, cualidades ideales para decorar diferentes estancias del hogar, especialmente en épocas como el verano y la primavera. Sin embargo, hay que tener en cuenta que existen muchas tonalidades de azul y, como puedes imaginar, cada una de ellas nos ayudará a crear un ambiente diferente. En general, eso sí, lograremos espacios donde prima la paz, la tranquilidad, la frescura y la limpieza.
Azules claros
Como te íbamos comentando, no todos los tonos de azul nos servirán para decorar el mismo tipo de espacios. Así, los azules más suaves y claros (azul cielo, azul pastel…), resultan ideales para las estancias pequeñas o con poca luminosidad, ya que estas tonalidades reflejan la luz y crean una sensación de mayor amplitud visual. Además, los azules más claros también son los que transmiten más tranquilidad y paz interior. Por eso, son perfectos para lugares donde debe primar la calma, como el cuarto de baño, el dormitorio infantil y, muy especialmente, la habitación donde duerme el bebé. Puedes ver un ejemplo de habitación del bebé azul en la imagen que te ofrecemos a continuación.
Azules oscuros
Por el contrario, los azules más oscuros o más vivos son más apropiados para salones, o dormitorios juveniles, ya que aportan vitalidad y energía. Sin embargo, es importante que estos tonos se combinen con las tonalidades adecuadas para no lograr un espacio demasiado frío o visualmente más pequeño. Así, te recomendamos que mezcles los azules oscuros con tonos como los blancos, grises, beiges o cremas. El resultado será de lo más elegante. Por supuesto, es esencial que la estancia en cuestión esté correctamente iluminada, prestando especial atención a la luz natural, que es la que más te ayudará a contrarrestar la oscuridad.
En todos los elementos
Podrás escoger el azul para todo tipo de elementos, aunque donde más suele utilizarse es en paredes, sobre todo en sus tonalidades más claras. Así, te animamos a que escojas accesorios y textiles en este tipo de colores. Y aunque no es habitual elegir mobiliario azul para estancias como el salón (a excepción de los sofás y sillones), sí que es buena idea decantarse por piezas en color azul para los dormitorios infantiles y juveniles, que es donde solemos tener más libertad a la hora de decorar. Puedes ver un ejemplo de habitación juvenil azul en la imagen que te mostramos a continuación.
Dónde evitar el color azul
Como te hemos comentado, el azul es el color ideal para dormitorios, donde transmitirá una sensación de serenidad; para el baño; ya que se asocia con el agua y transmite paz; y para salones, ya que se trata de un color muy energético. Sin embargo, es preferible que evites este color en estancias como la cocina y el comedor, ya que, al parecer, puede influir de forma negativa en el apetito debido a su efecto sedante.