Una de las tendencias que nos va a acompañar este otoño-invierno en cuanto a decorar en blanco y negro, y eso que hace unos años estaba totalmente “prohibido” utilizar el color negro para decorar. Se podían encontrar, eso sí, algunos detalles y accesorios, pero ni hablar, por ejemplo, de pintar la pared de una habitación de color negro. Por suerte, poco a poco los tiempos van cambiando y cada vez encontramos más ejemplos de espacios elegantes, relajantes, sobrios y con estilo gracias al uso del negro en la decoración, especialmente combinado con el blanco.
El blanco es símbolo de luz, pureza y sensibilidad. El negro simboliza lo oscuro, y lo sucio. Mientras que el blanco representa a todos los colores, el negro es la ausencia de ellos. Por eso, es importante usar cada color en su justa medida para encontrar la armonía, como podemos ver en esta moderna composición modular de muebles de salón.
Distribuir los tonos
Una de las claves para tener éxito con la combinación del blanco y el negro es saber distribuir bien los tonos. Lo mejor es crear el máximo contraste posible de forma que ambos queden equilibrados. Eso sí, en principio los blancos deben predominar, sobre todo en los techos, ya que un techo oscuro crea una sensación de agobio y oscurece el ambiente al no reflejar la luz. En cambio, las paredes permiten más posibilidades, al igual que los suelos, que son superficies ideales para este color: pizarra, cerámica, madera teñida…
Lo que sí que es importante es que en estancias o viviendas pequeñas se apueste por el blanco en las zonas más amplias y se escoja el negro tan solo para los detalles. De esta manera, se puede conseguir una mayor amplitud visual.
Añadir pinceladas en otros colores
Una buena fórmula de combinar el blanco con el negro es añadir pinceladas de otros colores (rojas, amarillas, rosas, naranjas, azules…) para que rompan la monotonía y añadan viveza al ambiente. De esta manera se consigue restar fuerza visual al duro contraste que se logra al combinar estas dos tonalidades. Un ejemplo de esta fórmula la encontramos en este dormitorio de matrimonio compuesto por cabecera, panel lateral y dos mesitas con dos cajones en blanco y negro en el que puede verse un detalle en verde que resta esa fuerza visual que te comentábamos.
Aires modernos
Gracias a la combinación de estos dos colores se pueden lograr toques de modernidad y sofisticación en cualquier ambiente, incluyendo la cocina y el baño, independientemente de si lo conseguimos con el mobiliario, detalles, objetos, tapicería, paredes… Pero para que la decoración adquiera ese toque moderno que se busca como última tendencia, lo ideal es escoger muebles con líneas muy depuradas, lisas y sobrias, para aportar ese toque minimalista, como este armario de gran capacidad fabricado en tablero melaminizado 16 mm, 2 puertas correderas bicolor, separación central, 2 estantes fijos en parte superior y 2 barras de colgar.
La iluminación
Por otro lado, en espacios decorados en blanco y negro la iluminación es esencial. Hay que tener en cuenta que el blanco es un color muy luminoso y, si se le aporta mucha luz puede resultar demasiado estridente. Por otro lado, el negro es muy oscuro y si está muy poco iluminado no se aprecia. Por eso, es importante colocar los muebles teniendo en cuenta la situación de las ventanas y la dirección de la luz. Lo más recomendable es que los muebles oscuros se encuentren en aquellos lugares donde llegue mejor la luz, mientras que los elementos más claros se pueden colocar en zonas más sombrías.
El blanco y negro nunca fallan! Quedan muy bien combinados con cualquier color llamativo y además, se puede jugar siempre con muchas tonalidades de la gama intermedia de grises para darle más variedad. Saludos!
Gracias por tu aportación Laura! totalmente de acuerdo contigo!
Un saludo de Muebles Boom!!