Frío, lluvia… el invierno es la estación más triste y monótona del año y eso se contagia y se hace presente en nosotros y también en nuestras casas… Pero todo cambia al llegar la primavera; las horas de luz aumentan, la naturaleza se llena de color… Y en nuestras casas, ¿dejamos que la primavera entre?
No es tan complicado como pudiera parecer a simple vista. Sólo hacen falta pequeños cambios decorativos y de mobiliario que no tienen porque significar un gran descalabro en tu economía doméstica. Además te damos todas las claves para conseguir que la primavera entre en tu hogar.
Adiós a los ambientes pesados
Nuestra casa tiene que dar sensación de ligereza. Así que lo primero que hay que tenemos que hacer es guardar los tejidos más pesados y calurosos propios del invierno. Por supuesto, tenemos que quitar las alfombras de lana o cambiarlas por otras de fibras naturales, mucho más fresquitas. Y butacas y sofás tampoco no pueden seguir vestidas ya con panas, terciopelos… ¡Desprenden calor con sólo mirarlas!
Por supuesto, también es el momento de abrir nuestra casa al exterior y dejar que entre la toda luz, signo inequívoco de esta estación. Para permitir que inunde todos los rincones, tenemos que quitar los grandes cortinajes de las ventanas y vestirlas solo con visillos, mejor cuanto más ligeros sean (en lino, algodón…) y por supuesto en blanco o en tonalidades muy suaves.
Protagonista, la alegría y la naturaleza
Te recomendamos también que aproveches el buen tiempo para lavar la cara de las paredes (esta es la época del año perfecta para meterse en obras) y pintarlas en colores refrescantes y alegres como el rosa, verde, naranja o azul… Son los ideales para crear ambientes alegres y divertidos. Pero si no te atrae la idea de revolucionar la casa metiendo una cuadrilla de pintores o tu presupuesto no te lo permite, también puedes optar por soluciones más sencillas como introducir pequeños detalles en color: un cuadro, un jarrón… A veces mini elementos como éstos son suficientes para cambiar por completo el sentido de la decoración.
Por supuesto en esta época las flores juegan un papel importante porque las relacionamos con la primavera y el campo. En nuestra casa podemos incorporarlas naturales (en jarrones, plantitas…), pero también hay otras fórmulas por si no tienes tiempo de cuidarlas o simplemente porque eres alérgico y, por mucho que te gusten, no puedes tenerlas cerca, ¿cómo? Utilizando las tapicerías, vinilos…
En el caso de los otros muebles
Sería una locura decirte que como llega la primavera te deshagas de tus mesas, armarios… y los compres nuevos. Lo que sí te decimos es que si tenías pensado cambiar alguna pieza, lo hagas ahora y lo elijas en un estilo más acorde con el espíritu de la nueva estación.
Una de las claves es que luzcan acabados claros que potencien la luminosidad. Lacados en blanco o en melaminados, tienes una infinidad de piezas: cómodas, zapateros, librerías, mesas…. Incluso composiciones enteras como ésta que puedes ver a continuación.
Pero también los puedes utilizar para introducir notas de color que levanten la decoración, sobre todo si se trata de piezas no muy voluminosas. No hay que romperse la cabeza, cualquier elemento sirve: una estantería, una mesita auxiliar, una silla de escritorio o un puf como éste de la imagen.