Es muy importante que no nos tomemos la decoración del dormitorio a la ligera, ya que es en este espacio donde recargamos las pilas para rendir al máximo cada día. Por supuesto, lo más importante a la hora de acondicionar este espacio del hogar es escoger una buena cama y un buen colchón, que deberá proporcionarnos el descanso adecuado. Sin embargo, también es esencial que tengamos en cuenta la importancia que tienen los colores a la hora de decorar los espacios. Y es que, aunque mucha gente no lo crea, más allá de contribuir en la percepción visual de las estancias, influyen en el estado de ánimo de las personas. En este caso os vamos a dar unos consejos sobre cómo incluir el color blanco en la decoración de dormitorios, una tonalidad ideal para el verano e incluso para todo el año.
Un color que desprende paz y tranquilidad
Teniendo en cuenta que el dormitorio debe ser un espacio donde encontremos la paz y la relajación necesarias para conciliar el sueño y dormir plácidamente durante toda la noche, es importante que nos decantemos por colores relajantes. En ese sentido, el blanco es uno de los más adecuados, ya que además de desprender calma, ayuda a que durmamos con mayor facilidad. Además, hay que tener en cuenta que el blanco es un color puro, simple y elegante capaz de transmitir equilibrio, armonía y frescura. Así, un dormitorio de matrimonio blanco como el que puedes ver en la siguiente imagen puede ser perfecto para tu descanso.
Blanco, un con color con muchas ventajas
¡Pero no creas que ésta es la única ventaja de utilizar el blanco en el dormitorio! Y es que, como sabes, este color es perfecto para ampliar el espacio visualmente y dar más luminosidad a las estancias, dos características esenciales para un espacio como éste, sobre todo si los metros cuadrados brillan por su ausencia, algo habitual en las viviendas de hoy en día. También es importante tener en cuenta que el blanco es un color que lleva muchos años siendo tendencia en decoración de interiores y difícilmente dejará de estar de moda. Por tanto, es una apuesta casi segura. Además, no hay que olvidar que el blanco pega prácticamente con cualquier color, por lo que te resultará muy sencillo realizar combinaciones de tonalidades en el dormitorio.
Para todos los elementos de la estancia
Lo bueno que tiene el blanco es que podrás utilizarlo en todos los elementos que forman parte del dormitorio: paredes, techos, suelos, muebles, textiles, objetos decorativos… Eso sí, es muy importante que añadas algunas pinceladas de colores más alegres y llamativos para que la estancia no parezca un hospital ni resulte demasiado aburrida. Podrás hacerlo a través de la ropa de cama, las cortinas, las alfombras y los adornos. Además, hay algunos muebles para el dormitorio que, a pesar de ser blancos, cuentan con detalles en otros colores. Se trata de piezas divertidas y originales que harán que tu dormitorio no resulte aburrido. Puedes ver un ejemplo de lo que te estamos comentando en el dormitorio de matrimonio moderno que te mostramos en la siguiente fotografía. También es buena idea que pintes de un color más intenso una de las paredes de la habitación, preferiblemente la del cabecero, sobre todo si éste es de color blanco.
Ideal para todo tipo de estilos decorativos
Por último, queremos comentarte que el blanco tiene cabida en dormitorios de todo tipo de estilos decorativos: shabby chic, minimalismo, vintage, industrial, moderno… Eso sí, para que el resultado sea perfecto deberás acertar con la combinación de colores. Así, para dormitorios elegantes, modernos o minimalistas es muy buena idea mezclar el blanco con el negro o el gris. Por otro lado, para habitaciones vintage o shabby chic podrás utilizar tonalidades pasteles como el rosa o el azul celeste. Y si lo que quieres es una estancia rústica, no te olvides de los tonos que aporta la madera y de las tonalidades cálidas. Y para habitaciones infantiles y juveniles, nada como combinar el blanco con colores vivos.