¿Tú también has caído en las redes del estilo nórdico? ¡Normal! Es uno de los más bonitos con diferencia, y por eso lleva tantos años en la cresta de la ola. La decoración escandinava tiene cuerda para rato porque queda genial en todo tipo de estancias, como por ejemplo el recibidor.
Si quieres tener un recibidor de ese estilo y no se te ocurre nada, te recomiendo que prestes atención a lo que te cuento a continuación, ya que comparto ideas y consejos para que obtengas el resultado esperado. ¡Vamos allá!
Todo en orden
Lo primero de todo es apostar por el orden. Es la base, uno de los principios inquebrantables de la decoración nórdica. Por eso hay que limitarse a lo básico, a no sobrecargar en exceso el recibidor, que ya de por sí suele ser una estancia en la que no abunda el espacio.
Es una buena idea colocar percheros en las paredes para los abrigos, los sombreros, las bufandas… También un zapatero y ciertas cajas que te ayuden a mantener el orden. Todo ello apostando por colores claros.
Luz y calidez
Otro tema muy importante es el de la iluminación. Un recibidor de estilo nórdico no puede verse oscuro. Por ello hay que apostar por el blanco en las paredes y en el mobiliario, o en su defecto utilizar un color más bien claro como puede ser el beige. Con un espejo, con una lámpara o con unas velas serás capaz de crear una atmósfera acogedora dando a la entrada esa calidez que todos esperamos encontrar cuando abrimos la puerta de casa.
Para obtener esa calidez no es mala idea colocar una consola convertible como la que puedes ver en la siguiente fotografía. Mide 90×90 centímetros cuando está abierta con tablero de partículas de madera recubierta con chapa melaminizada de efecto natural y con cantos en PVC.
Creatividad al poder
Puedes ser todo lo creativo que quieras. Una buena idea es la de colocar papel pintado, ya que te da muchísimas posibilidades. No tienes la limitación de pintarlo todo de un mismo color y puedes decantarte por dibujos, acabados con efecto degradado, formas geométricas… También puedes utilizar pintura de pizarra en una de las paredes y puedes marcarte un DIY con el mobiliario.
Hagas lo que hagas, piensa en lo importancia de la sencillez. Prueba con materiales naturales y no te olvides de las plantas, que como bien sabes son tus grandes aliadas en cualquier habitación. Además, tampoco debes olvidarte de la funcionalidad, que en el caso de los recibidores suele limitarse a facilitar tareas como la de dejar el abrigo, guardar las llaves o darnos la posibilidad de mirarnos al espejo antes de salir a la calle.
Las maderas de arce, pino, haya y roble deberían ser las predominantes, y no solo en el mobiliario, sino que también se pueden adueñar de los accesorios.
Otras ideas
Una pequeña alfombra tampoco puede faltar en un recibidor de estilo nórdico que se precie. También puede haber revisteros, paragüeros, guirnaldas de luces… Todo dependerá del espacio del que dispongas y de lo que quieras transmitir.
Otra buena idea es la de colgar fotos en las paredes o colocarlas en un marco. Pueden ser de la familia, del último viaje, de tu mascota… Ahí mandas tú. El objetivo no es otro que sonreír cada vez que se entra y se sale de casa.
Por último, también me parece una gran idea la de colocar un banco en el recibidor. Puede parecer una tontería, pero es extremadamente práctico a la hora de ponerse y quitarse las zapatillas sin tener que irse al comedor a buscar una silla.