Dormir bien es fundamental para tener una buena salud y rendir al máximo cada día. Por eso, es imprescindible escoger todos los elementos que tienen que ver con el descanso con detenimiento. Nos referimos al colchón, el somier o base, la ropa de cama y, por supuesto, la almohada, que juega un papel fundamental, ya que soporta nuestro cuello durante muchas horas, manteniendo recta la columna vertebral. Además, si escoges la almohada correcta, ésta podrá ayudarte a disminuir el estrés acumulado durante el día y a corregir problemas de espalda y posturas incorrectas.
En el mercado podrás encontrar almohadas de diferentes alturas, tamaños y materiales. Hoy queremos centrarnos en las de látex, que ofrecen un montón de beneficios. ¿Te gustaría descubrirlos? ¡Pues lo único que tienes que hacer es acompañarnos!
Látex
Antes de hablarte sobre los beneficios que ofrecen las almohadas de látex queremos dejar bien claro en qué consiste este material. Así, debes saber que se trata de un polímero natural que se extrae del árbol. Se trata de un material que ofrece resistencia, flexibilidad y un rebote característico. Puedes ver un ejemplo de almohada de látex en la imagen que te mostramos a continuación.
Sin embargo, es importante que tengas en cuenta que la mayoría de almohadas de látex que se pueden encontrar en el mercado no son de látex 100% debido a su elevado precio, densidad y peso. Así, acostumbran a tener un porcentaje de látex sintético.
Almohadas resistentes
Una de las grandes ventajas de las almohadas de látex es que son muy resistentes. De hecho, su forma se mantiene mucho tiempo, sobre todo si las comparamos con las de otros materiales. Al no sufrir deformación con el uso ni con el paso del tiempo, favorece el descanso durante mucho más tiempo, sin que la espalda quede dañada.
Almohadas fresquitas
Por otro lado, es importante que tengas en cuenta que las almohadas de látex son más frescas que las de viscoelástica, que aportan una sensación de calor característica. Puedes ver un ejemplo de almohada de viscoelástica a continuación.
Por este motivo, las almohadas de viscolestática son más recomendable para el otoño y el invierno, mientras que las de látex se aconsejan para la época más calurosa del año o para viviendas situadas en lugares cálidos de por sí. Además, el aire circula mejor que en almohadas de otros materiales.
Ideal para alérgicos
Otro aspecto de las almohadas de látex que debes tener muy en cuenta es que no acumulan ácaros de polvo, es decir, se trata de un material hipoalergénico e higiénico. Así, si tienes problemas de alergia, una almohada de látex puede ser la mejor opción para ti. Por si fuera poco, el látex se trata de un material muy fácil de lavar.
Almohadas muy cómodas
Mucha gente acaba decantándose por las almohadas de látex por su comodidad. Y es que ofrecen una acogida suave y un soporte firme al mismo tiempo. De hecho, tienen la capacidad de sujetar la cabeza en la posición adecuada. Así, como permiten una buena posición cervical, previenen molestias y dolores.
Consejos para escoger la almohada de látex
Al no deformarse, las almohadas de látex no permiten que las acomodemos a nuestro gusto. Por eso, a la hora de decantarse por un modelo de este tipo es necesario escoger la altura adecuada. Además, es importante que tengas en cuenta tu postura al dormir. Así, si duermes boca abajo, ésta no es la mejor opción para ti. En cambio, si sueles dormir de lado o boca arriba, no te arrepentirás de escoger una almohada de látex.