El sofá es uno de los muebles más importantes del hogar, ya que en él pasamos la mayor parte del tiempo que estamos en casa, sin contar, lógicamente, la cama, que es donde deberíamos pasar, al menos, ocho horas durmiendo por la noche. Es tanta la importancia del sofá, que su elección debe ser realizada con detenimiento, teniendo en cuenta toda tipo de factores: el estilo, los colores, las plazas, las dimensiones, la forma…
Ideal para todo tipo de familias
Por supuesto, a la hora de escoger el sofá también es importante tener en cuenta el tipo de tapizado del sofá. De hecho, dependiendo del uso que vayas a darle a esta pieza, deberás decantarte por uno u otro. Así, si tienes niños pequeños en tu hogar o tienes un perro o un gato que va a sus anchas por casa, te recomendamos que no te decantes por un sofá de piel que, además de ser más difícil de limpiar, es más caro. Eso sí, es perfecto para espacios tanto minimalistas, como clásicos y elegantes. Lo puedes comprobar tú mismo en la imagen que puedes ver a continuación, donde aparece un magnífico sofá de piel.
En cambio, una magnífica opción tanto para familias con niños y mascotas como para parejas, amigos que comparten piso, personas mayores y, en general, todo tipo de personas, es decantarse por sofás tapizados en tela. Y es que al sofá solemos darle siempre mucho “trote” y siempre corre más riesgo de acabar con manchas.
Sofás desenfundables
Sin lugar a dudas, los más fáciles de limpiar y, de esta manera, mantener limpios, son los sofás desenfundables como el que puedes ver en la siguiente fotografía. En general, este tipo de sofás cuentan con una etiqueta en los cojines que indica cómo se tienen que lavar. Es muy importante que prestes atención al programa y la temperatura de la lavadora. Por lo demás es súper sencillo: ¡A la lavadora y listo!
Sofás no desenfundables
Si tu sofá de tela no es desenfundable, lo mejor es que lo mantengas limpio pasándole la aspiradora, al menos, una vez por semana y que, por supuesto, ataques las manchas superficiales justo en el momento en el que se han producido. En este caso, en muchas opciones solo será necesario pasar un trapo húmedo.
Cómo limpiar determinadas manchas
Si se derrama algo en tu sofá de tela lo primero que deberás hacer es mantener la calma y, a continuación, poner sobre la mancha un trapo o una esponja sin moverlo para evitar extenderla todavía más. Una vez se haya observado la mayoría del líquido, es buena idea que uses un quitamanchas en seco, producto que tendrás que aplicar durante unos minutos, esperar y después retirarlo con un cepillo. Si lo prefieres, también puedes utilizar una solución suave de jabón blanco para ropa diluida en agua, una solución que tendrás que aplicar sobre una esponja limpia y húmeda haciendo movimientos circulares, desde el exterior hacia el interior de la mancha, y dejar ventilar.
Si se trata de manchas de grasa, te recomendamos que recurras a la sal o la tiza, que la absorberán. Además, si no tienes quitamanchas, puedes utilizar un trapo húmedo con detergente. Por supuesto, antes de proceder a limpiar nada, deberás consultar los componentes del sofá para saber exactamente cómo actuar. Tapicerías como la lana y el algodón destiñen al mojarse.
Más vale prevenir que curar
Como suele ocurrir con todo, siempre es mejor prevenir que curar, así que es una buena idea poner una funda que cubra tu sofá y lo proteja de manchas y otros desperfectos. El inconveniente es que no podrás lucir tu bonito sofá. Por eso, escoge unas fundas que sean lo más atractivas posibles.
Muy bueno el post, muchas gracias por compartir las ideas y consejos, saludos
Muchas gracias Carlos! Es un placer tenerte de nuevo por aquí 🙂