Muebles básicos del salón: en qué debes fijarte al comprarlos

Comprar un mueble no resulta nada sencillo. Aventurarse y decantarnos por uno u otro sólo en función de si nos gusta más o menos su aspecto es un riesgo que no debemos correr. Antes de comprarlos conviene analizar ciertos detalles. En esta ocasión nos centraremos en el mobiliario imprescindible para amueblar un salón.

El sofá, que sea cómodo pero también resistente y práctico

Para comprobar lo primero no te queda otra que probarlo. No tengas vergüenza y cuando estés en la tienda de muebles, siéntate en él; solo así sabrás si tiene la altura justa (tus piernas no deben quedar colgando), el respaldo adecuado (debe quedar a la altura del cuello) y los asientos el fondo suficiente (para que la espalda repose y las piernas queden en ángulo con el suelo).

Su resistencia vendrá determinada por tres factores. En primer lugar la estructura; las más resistentes son las de acero aunque también dan muy buen resultado las de madera. En segundo lugar el bastidor; opta por los de muelles o cinchas cruzadas. Y en tercer lugar la tapicería; mira que sea resistente al roce y a las manchas (las hay que incorporan tratamientos específicos). Si tienes niños, decántate por una desenfundable y lavable en casa, te resultará más sencillo tenerla siempre limpia.
Para que un sofá sea realmente práctico debes analizar primero tus necesidades: ¿una cama extra para cuando vienen invitados? ¿más espacio para guardar? Te sorprenderá la gran variedad de sofás que existen.

La mesa de comedor, que ocupe poco pero tenga cabida

A la hora de comprarla ten en cuenta la planta del salón y en función de ello elige su forma. Si es rectangular y estrecha la mejor elección es una mesa con forma rectangular u ovalada. Las cuadradas y redondas se adaptan mejor a los espacios cuadros. Ahora bien, mira también la relación entre lo que ocupan y su capacidad, las redondas son las que dan cabida a un mayor número de comensales.
Pero si algo tienen en común la mayoría de las casas en la actualidad es la falta de espacio. Por eso te recomendamos que, si tu salón es pequeño, sea cual sea su planta, elijas un modelo extensible; a diario ocupará lo mínimo pero duplicará su espacio cuando realmente lo necesites. La de la imagen se abre en forma de libro, pero las hay también con tableros extraíbles laterales o centrales.

Las sillas: que se adapten a la mesa

Cuando se compran de forma independiente, se suele caer en el error de no comprobar si van bien con la mesa, y no nos referimos a su estilo. Hay que asegurarse, por ejemplo, de que el tablero no quede demasiado alto para poder comer con comodidad. O que las sillas no topen con las patas de la mesa cuando se arriman.
Ojo también con los modelos de brazos, resultan más cómodos sí, pero también menos ligeros, y si no los mides bien, te puedes llevar la sorpresa de que topan con la encimera de la mesa, y al no quedar bien recogidas estorbarán más al paso.
Y recuerda que los modelos plegables o apilables como los de la imagen resultan realmente muy prácticos cuando el espacio escasea.