¿Estás pensando en renovar tu sofá? Pues lo mejor es que antes de decantarte por un modelo tengas en cuenta cuáles son tus necesidades y las de tu familia, las características del espacio donde va a ir colocado y, por supuesto, tus gustos. Así, te resultará más fácil dar con el mejor diseño para tu hogar.
Más allá de decidir las plazas, el estilo y los materiales del sofá, es importante que escojas el color adecuado. En estos momentos se llevan mucho los colores alegres como el rosa y el amarillo, y frescos como el verde y el azul. Sin embargo, la opción más segura es escoger un color neutro, sobre todo si quieres que esta importante pieza de mobiliario te acompañe durante muchos. A continuación te hablamos sobre las ventajas de escoger sofás en tonos neutros y te damos las claves para introducirlo en la decoración. ¿Te gustaría acompañarnos?
¿Cuáles son los colores neutros?
Lo primero que queremos hacer es dejar claro cuáles son los colores neutros. Así, debes saber que se trata de los tonos que crean una base sosegada, pudiendo introducir pinceladas en otros colores o estampados más vibrantes. Nos referimos a los blancos, los grises, los tierra, el beige y el negro.
Un sofá atemporal
Sin lugar a dudas, la gran ventaja de los sofás en colores neutros es que resultan atemporales, por los que son ideales para cualquier época del año. Además, debes saber que estos tonos nunca pasan de moda, por lo que esta pieza estará de actualidad a pesar de las tendencias de cada temporada. Por supuesto, deberás tener en cuenta que estos colores no cansan, como sí que ocurre con otras tonalidades de la paleta cromática. Así, por ejemplo, puede ser una opción estupenda decantarse por un sofá chaiselongue como el que puedes ver en la siguiente imagen.
Sofás muy versátiles
Por otra parte, es importante tener en cuenta que los sofás en colores neutros son tremendamente versátiles, así que lo tendrás muy fácil a la hora de combinarlos con el resto de elementos de la estancia. De hecho, lo normal es que puedas cambiar todos los muebles, textiles y complementos sin tener que preocuparte de que el sofá no vaya encajar. Y es que estos colores quedan geniales en diferentes estilos (vintage, rústico, clásico, moderno, industrial…), combinados con todo tipo de materiales (madera, cristal, metales, plástico…) y mezclados con cualquier color de la paleta cromática. Por ejemplo, el sofá que puedes ver en la siguiente imagen es perfecto para todo tipo de ambientes.
Un toque de color
Si crees que la estancia queda demasiado aburrida por culpa de haber escogido un sofá en un color neutro, no debes preocuparte, ya que siempre podrás añadir toques de color a través de los cojines. De hecho, gracias a que has escogido un tono neutro, podrás colocar cojines en todos los colores de la paleta cromática, incluyendo los estampados. Así, por ejemplo, en primavera y verano puede ser una gran idea decantarse por cojines de flores. Por otra parte, las fundas de sofá y los plaids también te pueden ayudar a darle un toque de color a tu sofá.
Los efectos de los tonos neutros
Eso sí, debes saber que no todos los tonos neutros consiguen el mismo efecto. Así, por ejemplo, los colores claros son ideales para dar más luminosidad a la estancia y ampliar el espacio visualmente. En cambio, los sofás en tonos más oscuros son ideales para camuflar mejor las marchas, así que pueden ser la mejor opción para casas con mascotas o niños pequeños. Por su parte, los marrones son los más acogedores, mientras que el negro aporta una gran dosis de elegancia. En cuanto a los grises, están muy de moda en estos momentos.
Me encanta para un sofá, colores neutros como el Marfil y el Beige, para salones algo oscuros, en caso de que hayan salones muchos más claros, entonces el color gris o el negro sería ideal para destacar.
Hola Rubén. Muchas gracias por tu comentario, no podemos estar más de acuerdo contigo. Saludos 🙂