En el mercado es posible encontrar distintos tipos de estanterías. Para que los conozcas todos y puedas tomar una decisión de compra acertada, hemos preparado este artículo en el que te hablamos de ello sin perdernos por las ramas.
Estanterías de madera
Su resistencia de carga no suele ser la mejor, pero a su favor hay que decir que a nivel estético son muy bonitas. Le dan un toque acogedor a cualquier estancia, motivo por el cual son muy habituales en los hogares, pero no tanto en oficinas y despachos.
Hay muchos tipos de estanterías de madera, desde las que están hechas con listones de pino hasta las que son de pino macizo y cuentan con el certificado PEFC (Gestión Forestal Sostenible). ¿Qué indica ese certificado? Que la explotación de esa madera se hace de forma controlada y sostenible, minimizando el impacto sobre el medio ambiente. Sin duda, algo muy positivo que los consumidores valoran a la hora de decantarse por un modelo u otro.
Estanterías decorativas
Son las estanterías que casi todos tenemos en casa. Podríamos pensar que se trata de un mueble que no es imprescindible, pero lo cierto es que no podemos vivir sin ellas. Hoy en día las viviendas no suelen contar con muchos metros cuadrados de espacio y cada vez queremos guardar más cosas, así que es indispensable buscar soluciones de almacenaje como las que nos brindan las estanterías, que dependiendo de su diseño nos permiten ver los objetos que colocamos en sus baldas.
Hay estanterías decorativas de muchos materiales. Las más comunes y recomendables son las que están fabricadas con tablero de partículas de madera recubierta con chapa melaminizada, como es el caso de la que puedes ver a continuación. Esta en concreto es de color blanco brillo con efecto lacado y dispone de 10 estantes a los que se les puede sacar mucho rendimiento.
Estanterías de resina
Las estanterías de resina suelen tener una ventaja muy importante: son de fácil montaje. El mantenimiento y la limpieza que requieren es mínimo y cumplen con su función de almacenaje a las mil maravillas. Además, son perfectas para lugares en los que hay mucha humedad.
Otro punto a favor es que se trata de un material de gran resistencia que no se decolora con facilidad porque está protegido contra los rayos UVA. Por eso no es mala idea tenerlas en patios exteriores o jardines.
Estanterías industriales
Dos escaleras fijas en el suelo son las que sirven para crear estanterías industriales, que en algunos casos pueden llegar a ser de 15 metros. En el interior de la estantería hay largueros colocados de forma horizontal que suelen ser de entre dos y tres metros. Además, dentro de esta categoría conviene hacer alguna que otra división, ya que no todas las estanterías industriales son iguales. Las utilitarias, por ejemplo, son las que solemos ver con más frecuencia en trasteros y garajes. Pueden ser de metal o madera y son bastante prácticas y fáciles de montar. ¿El principal inconveniente? Que no brillan por su belleza.
Estanterías de metal
De este tipo de estanterías suelen haber dos modelos claramente diferenciados: los que van con tornillos y los que van sin tornillos. Las estanterías con tornillos son las más tradicionales, las que son más fáciles de encontrar. Por el contrario, las estanterías sin tornillos no son tan comunes, pero su uso se está popularizando porque las puedes montar empleando un martillo.
Ambas ofrecen la posibilidad de crear una estantería a medida, ya que puedes aprovechar los huecos como quieras. Además, el mantenimiento que requieren es mínimo. Basta con pasarles un trapo húmedo de vez en cuando para que se conserven en buen estado.