
Si nos sigues con asiduidad, probablemente te habrás cansado de leer eso de que los colores claros son los más apropiados para decorar, sobre todo cuando el espacio disponible escasea y hay que buscar luminosidad. Por suerte, no siempre es así y a veces puedes permitirte el capricho de incorporar un color oscuro si es lo que deseas, aunque debes hacerlo con algo de precaución.
En este artículo vamos a compartir algunas de las claves para decorar tu dormitorio con colores como el gris antracita o el azul petróleo, que como seguramente ya sabrás son dos colores muy utilizados a la hora de decorar. ¿Nos acompañas?
Un dormitorio con personalidad
Hay que admitir que tanto el blanco como los colores claros no son lo más apropiado para impregnar de personalidad un dormitorio. Es por ello que te recomendamos apostar por ellos si lo que estás buscando es que tu dormitorio tenga carácter. Despiertan mucho interés visual y eso es algo que de vez en cuando se agradece, ya que también te cansas de la armonía del blanco.
Un toque de glamour
Otra de las ventajas que podemos otorgar al uso de los colores oscuros tiene que ver con el glamour, ya que cualquier pared puede ganar una barbaridad en ese sentido si el color que utilizamos es un gris oscuro que jamás se nos había pasado por la cabeza por culpa de la falta de claridad en nuestro dormitorio.

Elige un solo color
Lo que sí hay que tener claro a la hora de decorar con colores oscuros es que no debemos mezclar más de un color en las paredes, ya que de esta forma se generará un contraste que normalmente no es nada favorecedor. Lo que sí es muy apropiado es que, dentro de una misma gama de color, elijas distintas tonalidades para los muebles y los complementos decorativos, ya que alcanzarás esa armonía y ese equilibrio que se alcanzan tan fácilmente con los tonos claros.
Texturas distintas para cada textil
Uno de los mejores recursos es el de mezclar texturas distintas para cada textil. No es necesario que hable de la importancia que tienen los textiles en el dormitorio, pero sí debo remarcar que en este caso, siendo un único color el elegido, no solo hay que variar con distintas tonalidades dentro de la misma gama, sino que también hay que jugar con las texturas. El cambio de tejido, y por ende de tacto, se puede percibir en las cortinas, en la ropa de cama, en los cojines, en las alfombras…
No te pases con los muebles
Otra de las características que debe cumplir un dormitorio en el que predominan los colores oscuros tiene que ver con los muebles. Lo recomendable es que no abunden y que sean más bien sencillos para no restar protagonismo a esos colores. Basta con una cama y unas mesitas de noche discretas para tenerlo todo listo. Si te hace falta algún mueble auxiliar, haz todo lo posible porque sea pequeño.

El dorado siempre encaja
Por último, y no por ello menos importante, creo que hay que dar audiencia al dorado en estos casos. Es un acabado que puede mezclarse muy bien con los tonos oscuros que queremos para el dormitorio. Materiales como el latón son muy acertados, sobre todo si es envejecido y oscuro, ya que en estos casos no es muy buena idea que brille en exceso. ¿En qué elementos se puede manifestar el dorado? Pues en una lámpara para la mesita de noche, por ejemplo.