Que cada vez haya más viviendas en las que se apueste por los espacios abiertos no es casualidad. De hecho, este tipo de diseño de hogares ofrece múltiples ventajas, aunque también hay que tener en cuenta los inconvenientes de tener unidas determinadas estancias. Lo normal es que las zonas de la casa que estén unidas sean el comedor, el salón y la cocina, aunque también es posible optar por otro tipo de espacios abiertos: salón unido al dormitorio, habitación unida al cuarto de baño… Si no tienes claro si optar por este tipo de ambientes, puede que te venga bien echarle un vistazo a lo que viene a continuación, ya que hoy vamos a hablarte de las ventajas y desventajas de los espacios abiertos. ¿Nos acompañas?
Ventajas
Como te acabamos de comentar, cada vez hay más gente que apuesta por los espacios abiertos, ya que ofrecen múltiples ventajas. Una de las principales es que este tipo de ambientes permiten aprovechar de mejor manera la luz natural, ya que se eliminan los obstáculos que impiden su paso. Esto resulta muy beneficioso por muchos motivos: la luz natural es la más sana, permite ahorrar en las facturas energéticas y aporta una sensación de bienestar incomparable; los espacios luminosos son más bonitos y se ven más grandes…
Por supuesto, una de las grandes ventajas de los espacios abiertos es que permiten generar una sensación de amplitud en el hogar. Por eso, los arquitectos suelen optar por esta opción en viviendas con pocos metros cuadrados. Además, en el caso de las cocinas integradas en el salón-comedor, se consigue una mayor comunicación entre los miembros de la familia, ya que la persona que cocina puede hablar tranquilamente con los miembros que estén sentados en el salón. Y en el caso de que haya niños pequeños en la cocina, puede ser una gran solución para tenerlos siempre vigilados. ¡Y eso no es todo! Y es que las viviendas de planta abierta son ideales para invitar a los amigos y familiares.
Inconvenientes
Desde nuestro punto de vista, los espacios abiertos tienen más ventajas que desventajas. Aun así, para ser lo más objetivos posibles vamos a hablarte también de sus inconvenientes. La primera desventaja que queremos comentar tiene que ver con las cocinas abiertas. Y es que por mucho que contemos con un sistema de extracción de gran potencia, los olores siempre van a inundar el salón. Por eso, no resulta una opción muy adecuada para las viviendas de aquellas personas que suelen cocinar muy a menudo. Lo mismo ocurre con el ruido, ya que la cocina siempre es un espacio donde se generan muchos sonidos que pueden resultar molestos para los que están en el salón. Por otro lado, es importante tener en cuenta que la cocina es un lugar que en ocasiones puede estar desordenada. Si cuentas con un diseño abierto, siempre tendrás que tenerlo todo bien recogido para que la sensación de desorden no se traspase al salón. Piensa que el desorden puede generar sensación de estrés, así que conviene que la casa esté siempre recogida.
El último inconveniente del que queremos hablar es de la falta de privacidad. Prescindir de muros y puertas para separar ambientes nos impide disfrutar de los momentos de intimidad que todos necesitamos. Esto es aún peor en los dormitorios que están abiertos al salón o en los cuartos de baño integrados en estancias como el dormitorio. Sin embargo, es importante tener en cuenta que se puede recurrir a diferentes soluciones para separar los espacios visualmente sin tener que prescindir de las ventajas que antes comentábamos: biombos, cortinas, determinados muebles… Una estantería abierta como la que puedes ver en la imagen situada sobre estas líneas, por ejemplo, puede ser ideal para dividir dos ambientes.